Zainuco exigió información sobre la muerte de Nuñez en la cárcel de Neuquén
Esta mañana sus integrantes se reunieron con la ministra de Seguridad Vanina Merlo. La familia del interno sostiene que no se suicidó.
El 17 de diciembre encontraron a Nicolás Nuñez ahorcado con una cadena en su celda de la Unidad Penitenciaria N°11. La causa se caratuló como «investigación de muerte», por lo que podría tratarse de un suicidio, según señalaron fuentes de la investigación. Sin embargo, desde la organización de Derechos Humanos Zainuco descartan esa hipótesis y apuntan contra los efectivos de la cárcel. Por eso, esta mañana le exigieron información sobre el caso a la ministra de Seguridad, Vanina Merlo, quien los recibió en Casa de Gobierno.
El diputado provincial del Frente de Izquierda, y los Trabajadores (FIT), Andrés Blanco, y la integrante de Zainuco, Blanca López, le acercaron la nota a la funcionaria neuquina.
«Nos escuchó y le pedimos que la dejen entrar a la mamá de Nuñez», señaló López, pues dijo que la mujer los había acompañado a la Casa de Gobierno. Contó que lo había visto el 10 de diciembre y que le había manifestado que estaba siendo acosado por los penitenciarios: «Mi hijo jamás se suicidaría».
«Nosotros pensamos lo mismo, que la policía lo golpeo y luego vino la muerte. No creemos en los suicidio presos«, remarcó la integrante de Zainuco.
Indicó que la ministra se comprometió a continuar con la investigación por la muerte del interno, aunque saben que tendrán que empujar la causa ellos mismos para lograr algún tipo de esclarecimiento. «Hicimos denuncia en fiscalía ese mismo día y nos vamos a constituir como querellantes», afirmó.
López aseguró que tienen varias razones para sospechar de la versión policial. Contó que los internos del pabellón de al lado del de Nuñez «sentían que estaban golpeando algo». Sin embargo, señalaron que no les habían tomado declaración como testigos.
La abogada añadió que el condenado por el asesinato del zapatero le había manifestado a su madre tener mucho miedo. También le había hecho saber que se quería ir cuanto antes de ahí: «Había pedido el traslado a Cutral Co».
Le expresaron todas esas dudas a la ministra Merlo, quien recibió la nota donde le solicitaron información fehaciente sobre la causa. López comentó que la funcionaria les contestó con el informe que elaboraron sobre la situación de la cárcel, aunque no quisieron recibirlo.
«La situación que muestra el informe es la que pinta la Policía, pero la situación de las cárceles es la que pintan los presos», indicó la abogada y recalcó que no creen en la versión de las fuerzas de seguridad.
Sostuvo que dentro de la prisión los internos son sometidos a la voluntad de los efectivos. «Ellos son los que mandan y deciden si les van a dar comida o los van van a cambiar de pabellón», subrayó.
Por eso volvió a insistir en que no creen en los suicidios de las personas privadas de su libertad: «Son inducidos por la policía. Es muy fácil golpearlos hasta el cansancio, ponerles una cadena en el cuello y decir que se suicidó».
Por otro lado, enumeró las pésimas condiciones en las que habitan los presos. Un informe elaborado por el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT), con datos recogidos dentro de las unidades de detención 11, 12 y 16, en 2019, le dio la razón a la integrante de Zainuco.
El relevamiento observó que la U11 tiene «graves condiciones de alojamiento, indignas para la habitabilidad y altamente perjudiciales para la salud psicofísica». También reflotaron los famosos «buzones» de esta cárcel, celdas pequeñas, sin luz eléctrica ni solar, humedad en las paredes y sin ventilación. «Se tratan de espacios no aptos para ser habitados por personas», indica el informe.
Es por ello que desde las diferentes organizaciones siguen insistiendo en que se respeten los derechos humanos de las personas privadas de su libertad.
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