Flérida se sumó a sus hijos para producir más y mejores gírgolas en Vista Alegre

Con un fuerte apoyo estatal neuquino, los emprendedores del sector cosechan buenos resultados con su trabajo y conocimiento constante.

Flérida se sumó a sus hijos para producir más y mejores gírgolas en Vista Alegre

Con un fuerte apoyo estatal neuquino, los emprendedores del sector cosechan buenos resultados con su trabajo y conocimiento constante.

Flérida se sumó a sus hijos para producir más y mejores gírgolas en Vista Alegre

Con un fuerte apoyo estatal neuquino, los emprendedores del sector cosechan buenos resultados con su trabajo y conocimiento constante.

Los hermanos Muñoz nunca se imaginaron que el pedazo de tierra de sus padres en Costa De Reyes, en Vista Alegre, en un futuro relativamente cercano iba a transformarse en una productora de hongos comestibles.

Todo comenzó cuando la madre de ambos -Flérida, protagonista absoluta de este relato- comenzó a trabajar y capacitarse en una empresa que producía hongos cerca de donde ellos lo hacen ahora.

La Fela -así la conocen- trabajaba y aprendía dentro de un programa de capacitación que ofrecía el municipio. Había enviudado tiempo atrás y sus hijos Fabián y Alfredo Muñoz estaban estudiando. Flérida siguió parando la olla y trabajando, tiempo después sus hijos le ofrecieron poner todas las energías y el conocimiento obtenido en un proyecto familiar que fueron armando entre los tres.

La Fela dejó de trabajar para la empresa que lo hacía y arrancó la cría de gírgolas, un producto excelente.

Muy de a poco, comprando mangueras, aspersores, creando la marca, logrando la habilitación, peleando contra la burocracia que muchas veces expulsa.

Hoy en día producen de dos formas. Por un lado, en troncos de álamos; por otro, en bolsas de viruta y aserrín con un proceso que les permite tener producción todo el año.

Uno de los procesos es más o menos así: en primavera compran el hongo al centro Pyme, entidad que les ha otorgado formación, capacitaciones y posibilidades en el asunto. Ese hongo ya tiene inoculado el trigo. Cortan el tronco del álamo y sacan una rodaja del mismo, como una lonja. Sobre la superficie que queda de la circunferencia del tronco esparcen el trigo y clavan esa tapita redonda con clavos de cuatro pulgadas para que luego el hongo incube e infecte al tronco al cual utiliza como sustrato en un lugar apropiado, con humedad y calor.

Luego llevan los troncos incubados a la zona de fructificación, un cuadro de césped donde aparecen los troncos incubados/infectados uno al lado del otro como si fuesen las lápidas de los cementerios de las películas, pero obvio, mucho más lindo.

El sitio es al aire libre, frío, húmedo y es cuando el hongo empieza a nacer.

El poder de crecimiento de las gírgolas es tremendo, en un día se hacen grandes.

El viento es uno de los peores enemigos, puede matarles toda la producción. La naturaleza siempre define.

El otro proceso que es artificial, manipulando el ambiente, permite tener producción todo el año.

El ciclo dura aproximadamente un mes, en quince días está saliendo la producción y en 60 días están produciendo el fruto. Hay cámaras de incubación con todo un proceso que han elaborado ellos a fuerza de inteligencia y tutoriales.

Hasta que le encontraron la mano, en los primeros años, muchas cosechas se infectaron o incubaron mal y perdieron todo.

Los hongos son organismos impresionantes. Hasta ahora proveen frescos a cuatro restaurantes de la zona, puntualmente de la ruta del vino.

Las bocas de expendio son principalmente en La Fela y luego en las ferias gastronómicas y turísticas.

La demanda principal exige mercados inmediatamente. Las formas de comprar de la gente fijándose en el producto y el precio apuntado a la ecuación calidad/salud demuestran que inmediatamente hace falta una política de mercados urbanos, sitios donde uno pueda ir con la bolsa, elegir, tocar, oler y conversar. El tiempo de los paquetes con conservantes debería irse terminando. Las viejas nuevas formas piden a gritos mercados.

Uno de los productos que ofrecen en La Fela son los kits de auto cultivos. Cajitas donde viene una bolsa con sustrato para que uno, como si fuese un tamagochi, alimente de agua la mezcla y pueda tener producción de gírgolas en su casa. Se manda por correo, vanguardia absoluta.

Pueden conseguirse estos hongos frescos, en conserva y disecados.

Majestuosidad de productos. Las viejas nuevas formas de elaborar y ayudar a conducir un material mitológico que tiene mas tiempo que la vida.

Contacto:

FB: Hongos patagónicos La Fela.

Tel: 0299 429-5959


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