“Ya no estás, padre Eduardo”
¡Ya no estás, querido padre Eduardo Ruiz! Muchas veces agradecemos unas personas a otras por su apoyo solidario en momentos de nuestro crecimiento. A Luis Eduardo Ruiz, padre capuchino, amigo del obispo Enrique Angelelli en Olta (La Rioja), personas que fueron un gran apoyo en nuestros años adolescentes y mayores. Los tiempos de la dictadura te marcaron, Eduardo, como a tantos, cuando encarcelado y torturado perdiste la razón en aquella ciudad capital, a pesar de que te visitaba Enrique y no le permitían verte; ¡pero cuánto ayudaron sus oraciones para volverte a la realidad! Tu lejano exilio te dio vida con la seguridad de la democracia, para volver a tu gente, a tu pueblo. Pudiste visitar con total salud, en libertad, a la gente que durante siete años te había recibido con gusto en sus casas de familia. Eras del pueblo por tu bondad incomparable con tu prédica moderna, como en toda la provincia. En el año 2007 en Deán Funes, ciudad donde naciste, cumpliste tus cincuenta años de prédica, visitando y recibiendo tu homenaje a pesar de tus limitaciones físicas. Elegiste en tu vejez volver a Olta porque te sentías muy enfermo ya. Alguien te sacó como querías de aquel internado en la ciudad Córdoba, para acompañarte hasta tus últimos días. De febrero a junio te vieron pasear casa por casa en tu silla de ruedas, despidiéndote en silencio porque la palabra te había abandonado. Chamical y Olta acunaron tus últimos días de vida, con rezos y amigos. Pero el sábado 12 de junio de 2010 nos dejaste para siempre, por eso te despedimos durante tres horas con oraciones, con cantos, con cartas y poemas, con guitarras, con anécdotas y por sobre todo con dolorosos aplausos en el adiós. Lo que no pudimos hacer por Enrique en La Rioja. ¡Ya no estás, querido padre Eduardo! Pero cumplimos, como pueblo, tu pedido de enterrarte en la iglesia donde buscaste morir en paz con tu prédica, con tu amor por la gente. Allí compartirás con el padre Conrrero y Amiratti, la gloria de los cielos. ¡Ya no estás, querido amigo! Y queremos decirte adiós desde Neuquén de la mano de Don Jaime, desde la radio “Enrique Angelelli” que abre espacios a pesar de la distancia, desde el sur patagónico, para recordar la grandeza de algunos eclesiásticos. Carolina Nelli Valdés, DNI 4.732.263 – Neuquén
¡Ya no estás, querido padre Eduardo Ruiz! Muchas veces agradecemos unas personas a otras por su apoyo solidario en momentos de nuestro crecimiento. A Luis Eduardo Ruiz, padre capuchino, amigo del obispo Enrique Angelelli en Olta (La Rioja), personas que fueron un gran apoyo en nuestros años adolescentes y mayores. Los tiempos de la dictadura te marcaron, Eduardo, como a tantos, cuando encarcelado y torturado perdiste la razón en aquella ciudad capital, a pesar de que te visitaba Enrique y no le permitían verte; ¡pero cuánto ayudaron sus oraciones para volverte a la realidad! Tu lejano exilio te dio vida con la seguridad de la democracia, para volver a tu gente, a tu pueblo. Pudiste visitar con total salud, en libertad, a la gente que durante siete años te había recibido con gusto en sus casas de familia. Eras del pueblo por tu bondad incomparable con tu prédica moderna, como en toda la provincia. En el año 2007 en Deán Funes, ciudad donde naciste, cumpliste tus cincuenta años de prédica, visitando y recibiendo tu homenaje a pesar de tus limitaciones físicas. Elegiste en tu vejez volver a Olta porque te sentías muy enfermo ya. Alguien te sacó como querías de aquel internado en la ciudad Córdoba, para acompañarte hasta tus últimos días. De febrero a junio te vieron pasear casa por casa en tu silla de ruedas, despidiéndote en silencio porque la palabra te había abandonado. Chamical y Olta acunaron tus últimos días de vida, con rezos y amigos. Pero el sábado 12 de junio de 2010 nos dejaste para siempre, por eso te despedimos durante tres horas con oraciones, con cantos, con cartas y poemas, con guitarras, con anécdotas y por sobre todo con dolorosos aplausos en el adiós. Lo que no pudimos hacer por Enrique en La Rioja. ¡Ya no estás, querido padre Eduardo! Pero cumplimos, como pueblo, tu pedido de enterrarte en la iglesia donde buscaste morir en paz con tu prédica, con tu amor por la gente. Allí compartirás con el padre Conrrero y Amiratti, la gloria de los cielos. ¡Ya no estás, querido amigo! Y queremos decirte adiós desde Neuquén de la mano de Don Jaime, desde la radio “Enrique Angelelli” que abre espacios a pesar de la distancia, desde el sur patagónico, para recordar la grandeza de algunos eclesiásticos. Carolina Nelli Valdés, DNI 4.732.263 - Neuquén
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