¿Y por casa…?

“Sería importante que los argentinos empezáramos a pensar en pesos” (Florencio Randazzo). “Hay que cambiar la mentalidad de quienes compran dólares” (Aníbal Fernández). Estos mensajes fueron interpretados como señales de una pesificación de la economía. Sin embargo, de la presidenta Cristina Kirchner para abajo, “ningún funcionario parece muy preocupado por reflejar en su economía privada lo que postulan en público”, comenta ayer la sección IEco de Clarín y da ejemplos: de las propias declaraciones juradas patrimoniales ante la Oficina Anticorrupción de julio del 2011 se sabe que Cristina declaró u$s 3.066.632 en depósitos a plazo fijo. Un año antes había declarado u$s 2.906.292 y defendió la compra de dos millones de dólares que hizo su marido. El vicepresidente Amado Boudou también escribió en su declaración jurada que posee u$s 145.600 “en efectivo”. Y otros casos de funcionarios con sus ahorros dolarizados: el canciller Héctor Timerman declaró que tiene u$s 331.987. Julio De Vido, ministro de Planificación, juró que cuenta con u$s 20.500. Carlos Tomada, a cargo de la cartera de Trabajo, figura con u$s 32.550 y Alicia Kirchner, ministra de Desarrollo Social, con u$s 16.000. Florencio Randazzo y Aníbal Fernández, los dos declarantes de anteayer, “tampoco cumplen lo que predican: el ministro del Interior declaró u$s 20.000 y el senador, que por entonces era jefe de Gabinete, juró que tenía u$s 24.000. Ricardo Echegaray, jefe de la AFIP y quien instrumentó el cepo, también declaró dólares: 106.905 (constituyen más de la mitad de sus ahorros declarados). Por otra parte, Perfil comentó ayer que todos los precios de habitaciones del hotel de Cristina en El Calafate (“Los Sauces-Casa Patagónica”) están expresados en dólares.