Weretilneck escolta la meta de impunidad de Cristina
El senador y ex gobernador rionegrino Alberto Weretilneck ha confirmado -por si no había quedado claro- su condición de nuevo aliado del kirchnerismo, al acompañar con su voto a Cristina en sus embates contra la Justicia y, en particular, contra los jueces que la investigan en causas de corrupción.
Ayer fue quien escoltó al oficialismo en el desplazamiento de los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli. Los dos primeros instruyeron la llamada causa de los Cuadernos. Castelli integra el tribunal a cargo del juicio oral para esa causa. La oposición se retiró de la sesión para no convalidar el atropello. Menos Weretilneck, Maurice Closs y Magdalena Solari Quintana.
La meta de impunidad y de revancha contra actores del Poder Judicial no ha tenido disimulos en el cuerpo que preside una imputada de actos de corrupción.
En ese Senado ya se produjo la media sanción de la reforma judicial, con el declamado objetivo de reordenar la justicia penal federal, pero que no oculta sus propósitos amañados. Wertilneck también avaló al oficialismo y con su voto contradijo su propia opinión vertida días atrás: “No es el momento”. Congruente con esa posición no había firmado el dictamen de comisión para habilitar el tratamiento. Pero a la hora de votar, esas convicciones se desmoronaron.
El Senado todavía tiene pendiente aprobar una moción para denunciar ante la Justicia al procurador general de la Nación interino Eduardo Casal, como parte de una acción tendiente a forzar su renuncia. El cristinismo, al acusarlo de formar parte de la guerra judicial (lawfare), da un mensaje de advertencia al resto de los acusadores públicos.
La jibarización y disciplinamiento del Poder Judicial recién comienza y, en esa orientación, irán poniéndose en evidencia los responsables de convalidarlos, sea por el motivo que fuere.
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