Si un vuelo se retrasa más de cuatro horas o es cancelado, las aerolíneas deberán ofrecer compensación a los pasajeros, así como reubicación en vuelos alternativos o servicios adicionales como vales de comida y alojamiento, según la duración de la interrupción.
Las nuevas normativas entrarán en vigencia dentro de 30 días a partir de su publicación en el Boletín Oficial. Este plazo permitirá a las aerolíneas adaptarse a los nuevos requisitos y obligaciones, mientras que los pasajeros comenzarán a disfrutar de mayores protecciones y derechos en sus experiencias de viaje.