Tras la consolidación del paseo de Neuquén, entre la isla 132 y la península de Hiroki, los desarrolladores privados iniciaron la urbanización a la vera de la costa.
Dejará de tener la impronta rural con el avance edilicio, que podría sumar hasta hotelería.
El paisaje costero se modificó para dar paso a la urbanización: se derribaron arboledas y el humedal desapareció. Será un loteo abierto