Vuelta a la realidad

“Boca pasó por penales (en la Copa Argentina). No voy a entrar en una polémica con él (Falcioni), hace un mes lo saludé, si no sería un hipócrita”, contestó Almeyda (foto)

Se terminó el receso. Pasaron las polémicas y los superclásicos. Llegaron Leonardo Ponzio y David Trezeguet, dos jugadores de pasado notable que se suman a apellidos ilustres como los de Cavenaghi y Chori Domínguez. River vuelve a su realidad, la de la B Nacional, siempre con la firme esperanza de que a mitad de este año esté jugando nuevamente en la A. No fueron tiempos sosegados los de vacaciones para el plantel de Almeyda. Fueron para volver a enfrentar rivales de antaño y sentir la amarga hiel de perder con Boca. Ya pasó y ahora retoma la senda de los partidos oficiales, cuando desde las 17 pise el áspero feudo de Isidro Casanova para enfrentar a Almirante Brown. Nota de recuerdo: River es escolta en la segunda división, ya que acumula 33 puntos y está a dos del único líder Instituto (que hoy a las 18:45 visitará a Ferro). Antes del receso le había ganado a Patronato de local y de esta forma había borrado la vergüenza que significó -por el morbo mismo- caer ante Boca Unidos. Llegaron unos días de vacaciones, el mercado comenzó a moverse y de buenas a primeras Daniel Passarella abrochó la contratación de Trezeguet, un campeón del mundo que llegaba con poco ritmo pero dispuesto a apoyar la causa millonaria. La segunda contratación se hizo desear un poco más. En realidad, Ponzio se vio siempre más afuera que adentro del Zaragoza, aún siendo el capitán. Pero por cuestiones de compromisos y transacciones, el ex Newell’s tardó un par de semanas en regresar al club de Núñez. River, quizá por el peso de su historia, opacó las contrataciones de casi todos los clubes de primera división. Boca, su competidor en todo, finalmente consiguió los servicios de dos jugadores con mucha jerarquía: Pablo Ledesma y Santiago Silva. El fútbol de verano dejó mucho que desear, lógicamente porque los jugadores estaban “duros” de piernas y porque en buena parte de los cotejos los entrenadores prefirieron guardar sus mejores figuras. River aburrió contra Estudiantes y sorprendió ante Racing con un juego ágil y de precisión. Así, ganó el triangular en Mar del Plata. Sus hinchas se ilusionaron con la llegada del cotejo en Chaco frente a Boca, pero rápida fue la decepción. El Millo tuvo unos minutos iniciales de ilusión, pero el práctico xeneize lo golpeó en la primera llegada, Domínguez se descontroló y al ver la roja buena parte de la suerte del equipo de Almeyda quedó sellada. La revancha en Mendoza fue con otra mazazo. Desde ahí, toda la atención se centró en la sanción al Chori, que finalmente se conoció el jueves por la noche y que fue de tres partidos (las sanciones inferiores a cuatro fechas por expulsiones en amistosos no deben cumplirse en competencias oficiales). River nunca jugó oficialmente ante Almirante Brown, sólo lo hizo de manera amistosa en el estadio Fragata Presidente Sarmiento (en 1979), con triunfo por 4-0 el 31 de octubre de 1979. Almeyda no contará con tres jugadores valiosos como Carlos Sánchez, Martín Aguirre (suspendidos) y Trezeguet (lesionado, parará un clásico 4-3-1-2 y le dará la bendición en el arco a Daniel Vega y en el lateral izquierdo a Juan Manuel Díaz. El local, dirigido nada menos que por Blas Armando Giunta, un ‘bostero’ de ley, le presentará un desarrollo sin tregua, con marca y limitados espacios, lejos del juego abierto que River disfrutó en el verano.

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