Video: «Los colores del otoño en el valle, una maravilla para los sentidos»
En otoño, las chacras del valle lucen sus colores más bellos. Los árboles se tiñen de tonos rojizos, amarillos y anaranjados, crean un paisaje espectacular que invita a dar una recorrida por el lugar.
En otoño, las chacras del alto valle de Río Negro y Neuquén lucen sus colores más bellos. Los árboles se tiñen de tonos rojizos, amarillos y anaranjados, y crean un paisaje espectacular que invita a dar una recorrida por el lugar.
Es una época de tranquilidad. Los días son más cortos y frescos, pero el sol sigue brillando con fuerza, y hace que los colores de los árboles y las plantaciones sean aún más vibrantes. Es un tiempo para disfrutar de largos paseos por los caminos rurales, alejados del bullicio de la ciudad, y deleitarse con la calma y la paz que se respira en el valle.
Un momento para conectar con la naturaleza, contemplar su belleza y su generosidad. Es un tiempo de reflexión, de disfrutar de los pequeños detalles y de vivir en forma armónica con el entorno.
Las plantaciones de peras y manzanas se convierten en un espectáculo de colores que maravilla a los visitantes. Los tonos de las hojas crean una paleta variada que se extiende por todas las chacras.
Las ramas de los árboles se mueven al compás del viento, haciendo que las hojas caigan al suelo en un ballet natural. Los álamos, que bordean la plantación, se tiñen de un amarillo brillante que se destaca sobre el resto de colores, como si fueran láminas de oro protegiendo el terreno.
Las acequias, que en otra época del año están llenas de agua, se convierten en surcos repletos de hojas secas que fueron arrastradas por el viento. El crujir de las hojas bajo los pies crea una sensación de serenidad y calma.
Este paisaje es una muestra de la belleza de la naturaleza y del ciclo de vida de las plantas. Un sinfín de colores que nos recuerdan que, aunque el invierno se acerque, siempre habrá un renacer en primavera.
Así, por los caminos de las chacras en el alto valle, nos dejamos llevar por la magia del otoño y nos sumergimos en esta estación que anuncia la llegada del invierno.
Por las tardes, el sol comienza a descender más temprano en el horizonte. El aire fresco y el olor a tierra húmeda invaden los sentidos, y hacen que cada paso por entre los árboles sea una experiencia única.
Fotos: Alejandro Carnevale
Comentarios