Verano en Brasil: cinco playas cercanas, si vas en auto, a las que podés llegar sin gastar mucho

Para los que salen desde Buenos Aires, el país vecino es una de las opciones más elegida en esta temporada.

Son muchos los argentinos que eligieron a Brasil como destino para estas vacaciones.

La devaluación del real, la moneda oficial de Brasil, incentivó a los argentinos a planificar sus vacaciones 2025 en ciudades del país vecino y Florianópolis se ubica como el destino favorito por su cercanía. Llegar allí desde la Patagonia, suma muchos kilómetros, pero para los turistas que salen de Buenos Aires a las playas del sur brasileño se puede llegar en auto y sin gastar mucho dinero.

Desde Booking.com señalan que entre las búsquedas de alojamientos para las fechas que van entre el 1° de diciembre y el 28 de febrero próximos, Florianópolis rankea al tope de la lista, y le siguen detrás Mar del Plata y Río de Janeiro. Pero a diferencia de la ciudad carioca, Florianópolis es uno de los destinos con una mayor cantidad de viajeros que llegan en auto. Las familias que parten desde Buenos Aires recorren casi 1800 kilómetros hasta llegar a las playas brasileñas. Si vas desde el Alto Valle, hay que sumar 1000 kilómetros más, unas 12 horas de viaje. Lo que ya no lo hace tan conveniente.

La recomendación más importante para encarar un viaje en auto a Brasil es considerar al camino como parte de las vacaciones. Así que no corran, disfruten, jueguen, compartan. Desde Buenos Aires, como cálculo estimativo, hacer el periplo en coche hasta Florianópolis demanda unos tres tanques, es decir, cerca de 200 mil pesos ida y vuelta para un rodado mediano, sumados a dos noches de hotel en el camino). Generalmente, los peajes se ubican en los accesos de las grandes ciudades. Es recomendable viajar en horarios diurnos, respetar las leyes de tránsito y límites de velocidad.


Praia do Rosa


Hace muchísimo tiempo que dejó de ser un destino exótico y secreto para surfers, y se empezó a llenar de turistas de todos lados, aunque siempre el número más grande llega desde Argentina. Así y todo, Praia do Rosa sigue siendo un encanto de playa, de pueblo, de destino.

Es que esas cinco o seis familias gaúchas en la década del 60 compraron los terrenos que llegan al mar y los convirtieron en hermosas pousadas; y, aunque por ley la playa es de acceso público, las trilhas que unen la calle con el mar son largas, empinadas, angostas, un poco incómodas –a decir verdad– para el acceso masivo.


Bombinhas


Una península circundada por varias bahías y muy cerca de Florianópolis. Aquí las construcciones son más bajas y amables, y la naturaleza se ha conservado con intención sustentable: las posadas tienen iniciativa de energías limpias y separación de residuos.

Bombinhas es una playa familiar, perfecta para ir con niños porque tiene mar calmo, buenos servicios y algunos hoteles con animación en temporada alta.


Silveira


Es la tranquilidad que tiene lo pequeño, lo casi oculto. El morro dominándolo todo, tanto, que no es tan fácil moverse, o hacer compras. Sí es fácil estar y disfrutar de la quietud del verde con el mar, de las olas encrespadas para surfear o de la pequeña lagoinha del extremo sur de la playa, esa donde los chicos son amos y juegan hasta que se animan a montar olas.

Salvo que uno se encuentre directamente en la playa, sentado en la arena o dentro del mar, todo en Silveira se ve desde arriba. Todo es panorámico en este rincón silencioso de la costa sur brasileña. Todo el ruido, los bares, los negocios y demás están ahí no más, en Garopaba. Lo suficientemente cerca para calmar ansiedades y lo suficientemente lejos como para evitar ruidos molestos.


Campeche


Hay un gran universo Campeche por descubrir. Por el margen este de la isla de Florianópolis aparece una larga playa que lleva ese nombre, y que en su porción norte es conocida como Novo Campeche. Combina la elegancia de su zona comercial con lo agreste de la restinga (una cobertura vegetal que protege a los médanos del avance del mar). Es meca de surfistas, al igual que la propia Campeche.

Para llegar a esta Reserva Natural las lanchas más seguras salen por la mañana desde la playa de Armação (unos kilómetros más hacia el sur). La travesía de 15 minutos depara aguas turquesas y transparentes, arena blanca y el morro con pinturas rupestres a las que se puede acceder con guías especializados.


Estaleirinho


A lo largo de la Rodovía Interpraias se puede conectar con un puñado de playas bastante poco transitadas. Estaleirinho es una de las últimas playas agrestes que se extiende hacia el sur de Camboriú: una playa que se anuncia como exclusiva, rodeada por grandes casas de ricos y famosos. Puede ser que así sea, pero todo eso se traduce en un playa sencilla, grande, llena de arena, cómoda y eminentemente familiar. Es cierto que no hay mucho servicio de playa, ni barcitos que atraigan a demasiada gente, quizás ahí está su secreto.

Con un poco de tiempo y ganas de descubrir espacios diferentes se pueden hilvanar las de Taquarinhas, una solitaria lonja de arena gruesa y oscura con todo el encanto que le da la absoluta ausencia de multitud (no hay chiringuitos, ni guardavidas). Un par de kilómetros más allá está Taquaras, una versión un poco más poblada que Taquarinhas y con olas más bravas. Luego viene Praia do Pinho, la nudista de la región, en la que se permite solo llevar anteojos, sombreros, ojotas y nada más.


Precios en Brasil


Compras en el súper. Un kilo de papa, 4 reales; de tomate, 10 reales; 1 kilo de banana, 7 reales, Paquete de arroz, 16 reales. Gaseosa de 2 litros, 10 reales. Lata de cerveza, 5 reales.

Combustible. En este momento, en Brasil el litro de gasolina super o aditivada cuesta unos 6 reales (US$ 1,19), y la Premium está más cerca de los 8 reales (US$ 1,58). Aumentaron a lo largo del año un 20%. En Uruguay es más costosa. Si el auto es diesel, al cargar combustible usar siempre la palabra diesel y nunca gasoil, porque no la utilizan y se parece mucho a gasolina.

Peajes. Los peajes en Brasil se pagan en efectivo y en algunos casos aceptan tarjetas; es conveniente tener reales. Si se pasa por Uruguay es necesario registrase previamente en Telepeaje.

Gasto estimado. Viaje promedio en hoteles, posadas y departamentos lindos pero sin lujos, alternando comida en casa y afuera, para 4 personas por 15 días, se puede estimar en US$4000. Si se busca alojamiento premium y buenos restaurantes, 10.000.

Cambio. Un dólar equivale a 5 reales.


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