Tres termas poco conocidas que están cerca de Buenos Aires y tenés que disfrutar en vacaciones de invierno
Aguas reparadoras y vapores que alivian. Qué mejor que hacer una escala en algunos de estos destinos si vas a viajar a la provincia más ajetreada del país. Enteráte cuáles son
Hundirse en aguas calentitas mientras el vapor te envuelve y se lleva las tensiones siempre es un buen plan. Pero cuándo el frío aprieta y las vacaciones de invierno están en marcha pensar en el turismo termal es una opción imperdible. Sobre todo si tenés como destino final Buenos Aires, y podés aprovechar el viaje demorando la llegada para entregarte al relax que brindan tres termas que están muy cerca de ahí, e invitan al descanso.
Termas de Dolores
Están ubicadas sobre la Ruta 2, entre Buenos Aires y Mar del Plata, a 230 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
El complejo termal tiene 44 hectáreas con piletas de aguas curativas y de recreación. Una cúpula de vidrio genera un clima especial y aporta vistas únicas.
Las termas brotan de un manantial, y los baños aumenta la circulación sanguínea y la oxigenación.
Termas del Salado
Están ubicadas en General Belgrano, a 166 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) por la Ruta 2.
El complejo termal incluye piletas y un sector de spa, inmerso en un espacio verde que ofrece opciones recreativas y buena gastronomía.
El agua termal contiene sodio, potasio, magnesio y calcio. Mejora cuadros reumáticos, estimula la piel y alivia afecciones respiratorias.
Termas de Tapalqué
Están ubicadas a 270 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) por la Ruta Nacional 205 y la Ruta Provincial 51.
Sus aguas aceleran los procesos de cicatrización y favorecen la circulación. El lugar tiene 17 hectáreas forestadas para conectarse con la naturaleza, piletas al aire libre y una gran cantidad de piscinas techadas.
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