Tres playas ‘casi vírgenes’ en Brasil: si te gustan los paraísos solitarios, agendá estos destinos

Si amás las playas de Brasil pero detestás que la gran cantidad de gente te impida conectarte con la naturaleza, esta nota es para vos.

Porque aunque parezca un delirio existen destinos cariocas que, más allá de su belleza, se caracterizan por la soledad y la calma.
La idea es que conozcas al menos tres opciones que invitan al descanso. Para que la próxima vez que pienses en rincones paradisíacos no descartes las costas brasileñas, pensando que es imposible dar con lugares poco frecuentados.

Antunes y Camacho

Situada en la Costa dos Corais y conocida como «el Caribe brasileño», Maragogi es un polo de grandes resorts. Pero no te apresures y seguí leyendo, porque también cuenta con sectores tranquilos.

Uno de ellos es la hermosa playa de Antunes, al norte del centro, que se destaca por sus cálidas aguas turquesas. Otro de sus imperdibles es el paseo en lancha al Camino de Moisés (a sólo tres kilómetros de allí). Es una piscina natural donde se abre un sendero de arena que permite adentrarse al mar sin sumergirse.

Se puede llegar al destino desde los aeropuertos de Recife o Maceió, o las capitales de Pernambuco y Alagoas, respectivamente.

São Miguel dos Milagres

São Miguel dos Milagres es un pequeño pueblo de pescadores situado a 100 km de Maceió, un rincón del noreste de Brasil con buen tiempo todo el año.

Allí la naturaleza parece encantada. Mar azul celeste, posadas con encanto, buena comida, playas sin olas y pequeños barcos de pesca completan la postal. Hay cinco rincones a los que se puede llegar a pie; sin embargo, pasar de una costa a otra puede ser complicado, por eso es recomendable consultar las tablas de mareas antes de hacer el viaje.

Está a 105 km desde el aeropuerto de Maceió, en un desvío de la ruta costera de Alagoas.

Península de Maraú

La Península de Maraú es la mayor reserva de playas desiertas de Bahía. Su litoral cuenta con 40 km de costas tranquilas, aunque si te gustan las olas también está Taipu de Fora.

Otras opciones son Algodões y Saquaíra, que tienen piscinas naturales frente al mar, mientras que Cassange ofrece un lago de agua dulce a poca distancia de la playa.

La región está a 240 km de Salvador y a poco más de 100 km del aeropuerto de Ilhéus, que es la mejor opción de acceso. La formación de las piscinas naturales depende del calendario lunar, y el mejor momento es cuando hay luna llena o nueva, para disfrutarlas con marea baja.