“Lo más emotivo que viví”: el gesto de los delfines que conmovió en el rescate en Punta Perdices
Una actitud de supervivencia reflejó la enorme sabiduría de la especie. “Los que lograban zafar no querían dejar solos a los que quedaban en la orilla, porque tendrían menos chances de sobrevivir” contaron los rescatistas
Fue un gesto de estricta supervivencia, pero conmovió a todos los que el martes participaron del operativo que logró, a puro compromiso, evitar el varamiento de más de 300 delfines que, huyendo de las orcas, se refugiaron con desesperación muy cerca de la orilla.
Se trata de un comportamiento habitual de la especie ante situaciones de peligro, que todos los científicos estudiaron. Pero verlo ocurrir allí, frente a sus ojos, fue movilizante. Tanto para los biólogos como para los vecinos y prestadores, que luego destacaron lo ocurrido.
Es que los animales que lograron, tras la asistencia de la gente, volver hacia mar abierto antes de que el agua descendiera del todo y los dejara encallados, tuvieron una actitud que primero los sorprendió.
Por eso, cuándo todavía no podían comprender lo que pasaba, las exclamaciones de alivio cambiaron al desánimo.
“Ocurrió con los delfines que empezaban a navegar hacia el interior de la bahía, cuando parecía que habían logrado zafar. Todos vimos como retrocedían y comenzaban a nadar en contra de la corriente, de nuevo hacia la orilla. Con todo el esfuerzo que eso representaba, por el stress que tenían tras huir de las orcas. Primero no entendíamos por qué era, e insistíamos en encauzarlos hacia lo hondo, pero no había caso. Veían que había muchos más animales en la costa que junto a ellos y se esforzaban por regresar” recordó Magdalena Arias, la bióloga que encabezó el operativo.
«Los delfines no abandonan a ninguno de su manada»
Hasta que la científica recordó un dato clave. “Para defenderse de sus predadores, los delfines se agrupan. Es instintivo. Saben que, en grupo, tienen más posibilidades de sobrevivir al ataque. Y que, juntos, van a evitar más muertes que separados. Entonces no abandonan a ninguno de su manada. Vuelven junto al grupo minoritario aunque eso implique ponerse en riesgo ellos mismos, porque saben que ése que quedó solo tendrá más posibilidades de salvarse si lo rodean” aseguró Arias.
Y por eso ver a los animalitos regresar junto a los que se debatían por su vida en la orilla fue conmovedor. “Es una imagen que me quedó grabada, se quedaban esperando al resto del grupo. Era impresionante ver eso. Había muchas madres con sus crías. Saltaban de felicidad cuando volvían a estar juntos. No me lo olvido más” dijo Agustín Sánchez, el operador náutico que dio aviso del varamiento masivo.
“Me animo a decir que fue lo más emotivo que viví, y eso que todo lo que ocurrió durante el rescate no fue poco” finalizó la bióloga, emocionada.
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