Puerto Madryn: fue a la playa para ver a las ballenas y el video que filmó es una belleza
Fotero Patagónico fue al mirador de Punta Dorado, a unos 15 km de la ciudad de Chubut, en el Área Natural Protegida El Doradillo. Cerca de la costa, las piruetas de una ballena y su cría: un espectáculo natural extraordinario...
Y Luis Pereyra lo hizo de nuevo. Por algo es Fotero Patagónico, como lo conocen sus seguidores, que ya son más de 60 mil. Saben que más temprano que tarde saldrá con su cámara a registrar la belleza de Puerto Madryn, ese bendito lugar que eligió para vivir hace 37 años y que ama fotografiar para mostrarle al mundo lo linda que es su tierra, para compartir esas imágenes con los que no podían estar ahí en ese momento, como dice en su declaración de principios cuando se animó a mostrar lo que hacía en las redes.
Y ahora, a los 60, después de una vida de trabajo, ya retirado, tiene más tiempo para dedicarle a lo que más le gusta. Y entonces, suceden cosas como esta…
La última de sus aventuras fue en Punta Dorado, en la primera escala del Área Natural Protegida El Doradillo, famosa por su profunda pendiente que hace que las ballenas que cada año llegan a reproducirse a las aguas del Golfo Nuevo. Para eso, manejó 15 km desde Puerto Madryn, en la costa de Chubut.
Y es tan profunda la pendiente cerca de la costa que locales y visitantes pueden disfrutar de los gigantes del mar a apenas unos metros. Pueden disfrutar de sus piruetas, de las primeras experiencias en el mar de las crías, hasta del sonido de su respiración.
Por eso todo transcurre en un silencio respetuoso entre las reposeras y los mates. Así se instalan residentes y turistas para disfrutar de un espectáculo natural extraordinario
Ahí estuvo Fotero Patagónico otra vez para compartirlo al mundo.
«Me gusta fotografiar a las ballenas. Tienen algo mágico. Y cada vez que saco una foto, es para que pueda verla alguien que no pudo estar ahí. Tengo suerte de vivir acá», dice Luis.
Aun recuerda cada detalle de la primera vez que vio la costa de Puerto Madryn, la inmensidad del mar después de tanta meseta, las piruetas de las ballenas tan cerca de la orilla, esa Luna llena que lo encandiló y los amaneceres y atardeceres que descubría con el correr de los días y lo atraparían para siempre en la Patagonia. “Quedé impactado, después de una curva apareció el golfo, la ciudad. Me quedó en la memoria”, relata.
Era 1985, tenía 22 años y buscaba su lugar en el mundo. Lo encontró en esta maravilla de Chubut que vive un gran invierno después de su mejor verano en los últimos 15.
Vive a cuatro cuadras del mar y siempre lleva la cámara en el morral. Lo suele acompañar el labrador Aslan a caminar, a nadar, a sacar fotos. «Esa raza parecen humanos. Yo siempre digo que si alguien está enfermo debería tener uno por lo inteligentes y cariñosos que son. Son perros para sanar», dice Luis.
«Me gusta mucho fotografiar las ballenas y la Luna”, cuenta. “Pero también puede ser una flor o una abeja”, agrega. “Sacar fotos lindas en Puerto Madryn es fácil. Vea lo que es este lugar”, explica.
Comentarios