Punta Verde, la playa a 15 km de Las Grutas que eligen los locales y descubrieron los turistas
En San Antonio Oeste, un balneario agreste y tranquilo es el preferido de los residentes pero atrae cada vez a más visitantes.
Es la playa elegida por los residentes y cada vez se acercan más turistas. Foto: Martín Brunella
Punta Verde es un balneario agreste y tranquilo que es el más elegido por los vecinos del lugar, aunque, a través del tiempo, fue ganando popularidad entre los turistas. El sector está ubicado a pocos metros del centro, en las inmediaciones del Club Náutico. Está en San Antonio Oeste, la localidad que queda a 15 km de Las Grutas.
Allí la ría se muestra en todo su esplendor. Es la famosa “marea”, tal y como la llama la gente del pueblo. Y se lleva todos los aplausos por lo pintoresco de su encanto, aunque no tiene la espectacularidad del mar que asombra en la costa grutense, ni la belleza que deslumbra en el Puerto San Antonio Este.
Aquí las playas son de una arena densa, compuesta por unas minúsculas conchillas que crujen levemente al caminar sobre ellas. Cuando el mar sube pueden verse en el fondo, y parecen ágatas o ámbares por el brillo intenso que difunden, llenando la orilla de reflejos atigrados, porque poseen todas las tonalidades de los colores tierra, desde el crudo hasta el amarillo intenso.
Los lugareños se refugian en ellas del calor porque saben que, por su particular geografía, son las primeras que reciben el agua que ingresa cuándo el mar sube. Y las últimas en quedar completamente despejadas de líquido en la bajamar. Así que siempre están listas para un refrescante chapuzón.
Nadar en ellas es toda una experiencia, porque la ría tiene suaves ondulaciones y una temperatura agradable, para disfrutar a pleno.
En el lugar, que a través de los años fue ganando público, ya existen dos paradores. Uno se inauguró la temporada pasada y ofrece actividades a lo largo de todo el día, que incluyen servicio de cafetería, restaurant y shows en vivo los fines de semana.
El otro nuclea a una incipiente escuela de deportes náuticos de vela, que funciona en un simpático container. Y seguirá ahí al menos hasta que se anexe una construcción que está en obra, que incluirá una guardería náutica.
En el lugar se dan clases de kite surf, windsurf y wing foil. Se cotizan $15.000 la hora, e incluyen todos los equipos. Además se alquilan tablas de stand up y kayaks, por $1500 la hora.
“Todavía tenemos servicios acotados porque la idea es potenciar todo lo náutico. De hecho también acá funciona una colonia en la que les enseñamos a los niños cómo disfrutar de la naturaleza, a través de estas disciplinas que son ideales para esta zona” expresó Iván Carpintero, el “profe” de kite y del resto de las prácticas.
En este sector, sin embargo, no sólo hay lugar para el deporte. La gastronomía brilla con sus variedades al paso, ideales para compartir algo rico al borde del agua. Las pizzas, por caso, se consiguen a partir de $2000, y hay promos por sandwiches de pollo o de verdura con una cerveza por $1600 y $1400, respectivamente.
En el caso de las latas de cerveza están $600, $400 las de gaseosa y $700 el agua saborizada.
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