Pescaban en un bote en Puerto Madryn, aparecieron las orcas con sus crías y filmaron esta maravilla en la Patagonia

En la saga de aventuras de Raúl en Puerto Madryn, la que pasó el fin de semana es una de las mejores. Y eso que le sobran historias: desde que decidió dedicar su vida profesional a bucear, vive la rutina de lo inesperado en este paraíso de la Patagonia. Aquí, en la costa de Chubut, sus días transcurren entre delfines que siguen el bote y saltan a un puñado de metros, cachorritos de elefantes de mar que miran fijo la cámara cuando se despiertan de la siesta o alucinantes batallas de lobos de mar versus congrios, entre otras maravillas de la naturaleza. También le puede tocar, por ejemplo, una inmersión en busca de las frutos marinos o embarcarse con turistas para hacer snorkeling y que se acerque la pandilla de lobitos marinos más cariñosa. O estar al lado de una turista cordobesa en sus primeros minutos de bautismo de buceo justo cuando a una enorme ballena se le ocurre pasar por ahí. Hermosos gajes del oficio. Pero siempre hay lugar para una sorpresa más para este buzo que no haría mal en reclutar National Geographic.

«Sonó la alarma de la ecosonda, pensamos que era un cardumen»

Raúl lo cuenta con naturalidad. Había salido en el bote a pescar con Exequiel, su hijo, que sigue sus pasos: le apasiona el mar, sus habitantes, llevar las cámaras para registrar cada aventura. Y en la que estaba por suceder, hasta ese momento del sábado, nada lo anticipaba: era un día más de pesca en las cristalinas aguas del Golfo Nuevo. Todo eso y nada más que eso.

Hasta que la ecosonda empezó a dar alarma como si hubiera un cardumen. «Y desde las profundidades emergieron para darnos un hermoso espectáculo», cuenta Raúl como si tal cosa.

Primer gran detalle: con la cámara subacuática filmaron el avance de las orcas desde las profundidades hacia el bote, una danza submarina hermosa y perfecta.

Segundo gran detalle: grabaron al mismo grupo que había estado dos días atrás en Punta Norte, donde está la colonia de lobos marinos y las orcas desarrollaron la asombrosa técnica de varar para cazar las crías que hacen sus primeras experiencias en la orilla del mar.

Con 16 temporadas de orcas encima, el fotógrafo Maxi Jonas las fotografió esta temporada en Punta Norte y sabe de lo que habla. Logró un espectacular registro a metros del canal de ataque, días atrás. En ese lugar, turistas de todo el país y del exterior contemplan ese extraordinario espectáculo natural desde el mirador.

«Lo que filmó Raúl es impresionante. Estaban Shekei, Konke, Nova/Melia, el bebe nuevo de Konke y Morgan, que belleza!. Hace un par de días estaban en Punta Norte todas, menos Morgan», cuenta. Y aclara que a Nova la llaman así en Río Negro (donde fue avistada por primera vez en el 2021) y Melia en Chubut.

Maxi reconoce a todas las orcas que vuelven cada año a esta zona de la Patagonia. Es que comparte todas sus fotos a Península Valdés Orcas Research (PVOR), que las identifica y ordena en un catálogo fundamental para hacer un seguimiento y saber cada día más sobre ellas. Ahora, Raúl empezó a recorrer ese camino y les pasó también sus impactantes imágenes.

Con la fotos identificaron a Nova: es un macho

«El sábado 13 de abril Raul Passarotti y su hijo Exequiel tuvieron un maravilloso encuentro mientras pescaban desde una embarcación en Bahía Cracker, en el Golfo Nuevo. Gracias a las fotografías que tomaron, se pudo constatar el sexo de Nova, que es la primera cría de Konke, la hija de Jazmín«, señaló Península Valdés Orcas Research.

«Nova nació en 2021 en aguas de Rio Negro, y la conocimos gracias al aviso y las fotografías de Fernando Mariño y otros guarda ambientales de Punta Bermeja. Los doctores Valeria Vergara y Lance Barrett-Lennart, investigadores científicos internacionales, determinaron que Nova es macho. Gracias Ezequiel y Raúl por la invalorable contribución!», agregó PVOR.

«Las orcas venían de atrás, fue impresionante»

Mientras tanto, Raúl recuerda impactado cada detalle de lo que le tocó vivir. «Cuando vimos la ecosonda primero pensamos que era un cardumen, después ballenas, hasta que nos dimos cuenta que eran orcas. Puse la cámara en el agua. Venían de atrás, dieron un par de vueltas. Siguieron. Había un par de cachorritos. Fue impresionante. Yo las había visto hace 10 años. Esa sola vez. Y ahora esto. Fue increíble. Y el placer de compartirlo con mi hijo, fana del agua y los animales como yo. No me olvidó más…»