Por qué es el mejor momento para visitar las bodegas: la vendimia se vive en la Patagonia
Aunque algunas fueron afectadas por el clima, la Región Vitivinícola Sur en esta época vive la vendimia. En Neuquén, cinco bodegas abrirán sus puertas para ofrecer visitas guiadas, catas, propuestas gastronómicas y shows musicales.
Después de meses de trabajo, cosechar y seguir los pasos de la uva desde el corte, hasta la botella, es una experiencia para catar en carne propia. En un año en que la cosecha se adelantó, con altos y bajos en diferentes establecimientos, la Ruta del Vino de la Patagonia invita en las provincias de Neuquén y Río Negro. Ir a San Patricio del Chañar, o las ciudades rionegrinas del alto valle, valle medio, hasta las profundidades del mar, es la tendencia para la temporada que comienza.
Los turistas comienzan a salir del agua y buscan otras opciones. De a poco el calor que lleva a todos a disfrutar las playas se va y las bodegas son una gran opción para los que no les gusta quedarse en casa.
Bodegas en Neuquén
Se celebrará el fin de la cosecha el 25 y 26 de marzo en San Patricio del Chañar, dónde nacen los racimos más jugosos. Las bodegas Malma, Familia Schroeder, Secreto Patagónico y Bodega del Fin del Mundo, son modernas, están equipadas con la última tecnología y preparadas para recibirte. Para llegar a estas bodegas hay que acceder por las rutas provinciales Nº 7 y Nº 151, cruzando el Dique Ingeniero Ballester.
Esta es la tercera edición, de la fiesta de la vendimia neuquina. En las dos jornadas, las cinco bodegas abrirán sus puertas a la comunidad y a los visitantes, para ofrecer actividades, como visitas guiadas, catas, propuestas gastronómicas con chefs invitados y residentes, shows musicales y DJ sets, entre otras propuestas que se desarrollarán.
Más allá de este festejo, las bodegas se pueden visitar todo el año. «Estamos de lunes a domingo desde las 10 de la mañana. Hay restaurante de miércoles a domingos. Cada vez es mas importante la cantidad de gente que viene. Los fines de semana siempre aconsejamos venir con reserva», comentó Julio Viola de Malma.
En estas bodegas, desde hace un tiempo viven la temporada alta en invierno, con la nieve. Muchos que pasan la noche en Neuquén, pasan por las bodegas y se van a la cordillera. También la gente que recibe visita de lejos va a visitarlos. El valor de las visitas, siempre se equipara al valor de uno de los vinos más económicos de las bodegas.
El camino del vino de Río Negro
Está compuesto por más de 14 bodegas. Hay productores de vino casero, artesanal y bodegas. Establecimientos antiguos con larga tradición familiar, y otros jóvenes.
Los valles rionegrinos antes estaban plagados de bodegas gigantes que fueron desapareciendo, algunas permanecen y de a poco otras vuelven a surgir. Las nuevas son más chicas, pero sus vinos más perfectos. La gente se contacta por Instagram, Facebook, y en ellas se organizan visitas. Un día entre las viñas y llevar unos buenos vinos, motivan el interés de todos los turistas.
En muchas de las bodegas pequeñas, por estos días de vendimia, que son además particulares por factores climáticos que las afectaron, suspenden las visitas. Es que al ser pequeñas, las familias se encargan de todos los trabajos.
En General Roca, desde Bodega Canale sostuvieron que el turismo y las visitas cada vez se consolidan más. «Es un sector que crece, al que apostamos y cada vez tiene mas reconocimiento de la gente, más visitas, eventos», destacaron. Ofrecen Tours diarios o programados, siempre con reserva. El valor de la visita es de $2500 por persona y los horarios wine shop en la bodega:de lunes a viernes de 9 a 12.
En Río Colorado, un establecimiento brilla desde hace poco tiempo con su propuesta: Bodega Trina.
Ezequiel Naumiec, el propietario dijo que «mucha gente pasa por acá, no teníamos tan en cuenta a la venta de la gente de paso y se convirtió en algo muy importante. Argentina es larguísima, Río Colorado está en la mitad y hay una oportunidad».
En esta bodega, además de las visitas guiadas y el servicio de gastronomía, se ofrece la posibilidad de pasar la noche en las suites que poseen una vista única, sobre el la costa del Río Colorado. Cada Suite posee baño privado, aire acondicionado, deck sobre el río y terraza privada.
«Tanto en el restaurante como la hostería recientemente habilitada, tenemos muy linda concurrencia. No somos hoteleros, ni gastronómicos, pero mucha gente llega porque quiere contacto con la naturaleza, con la producción de vino pero con confort», dijo Ezequiel.
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