Meseta de Somuncurá, el impactante macizo de Río Negro, joya de la geología y la arqueología: cómo llegar y qué hacer

Entre los múltiples destinos turísticos que ofrece nuestro país y la Patagonia, uno destaca por su belleza natural y su riqueza cultural. Quienes vivimos en Río Negro sabemos de su importancia pero es posible que para el resto sea un punto relativamente desconocido. Hablamos de la Meseta de Somuncurá, un imponente macizo ubicado en la zona centro-sur de la provincia de Río Negro.

La Meseta de Somuncurá tiene una superficie de 25,000 kilómetros cuadrados, abarca también parte del territorio de Chubut y está situada a 1,600 metros sobre el nivel del mar. la formación comenzó hace 40 millones de años y es el resultado de un proceso de un proceso de accción volcánica que emergió como una isla en medio de la estepa.

La formación de esta meseta se debe a la actividad volcánica que tuvo lugar hace millones de años. Los flujos de lava basáltica que cubrieron gran parte de su superficie han dado lugar a un terreno irregular, lleno de picos aislados y formaciones rocosas de formas caprichosas. Este fascinante proceso ha convertido a Somuncurá en un punto de interés para geólogos de todo el mundo, quienes vienen a estudiar sus capas de roca basáltica.

La riqueza de la Meseta de Somuncurá no solo se encuentra en su geología; también es un tesoro arqueológico. Las pinturas rupestres, los sitios funerarios y los artefactos de piedra hallados en la región son testigos de la vida cotidiana de los antiguos habitantes de la Patagonia. Uno de los hallazgos más significativos son las “piedras tacitas”, rocas con cavidades cóncavas que se cree que fueron utilizadas por los pueblos originarios para moler semillas o realizar rituales.

El aislamiento geográfico de la meseta ha permitido que muchas de estas reliquias se conserven en estado casi perfecto, ofreciendo a los arqueólogos una valiosa ventana para estudiar las culturas que habitaron la región hace miles de años. Algunos investigadores sugieren que esta meseta pudo haber sido un refugio para los pueblos originarios durante los conflictos con los colonizadores europeos, lo que añade un valor histórico adicional a esta zona.

Meseta de Somuncurá: cómo llegar y qué hacer

Las principales vías de acceso son la RN23, al norte, y la RN3 por el este, para llegar a las localidades y parajes cercanos a la meseta desde donde se realizan las salidas, entre ellas Sierra Grande, Los Menucos, Maquinchao, Valcheta, El Caín, Cona Niyeu y Prahuaniyeu.

Por las propias características de la geografía y el clima es difícil el acceso a la Meseta de Somuncurá. Solo puede hacerse en vehículos 4×4 y con la ayuda de guías especializados o baqueanos que viven en la zona.

Hay varias propuestas para conocer la meseta y van desde excursiones que duran varias horas hasta travesías de varios días. Se pueden realizar caminatas, paseos a caballo, safaris fotográficos y avistaje de aves además de vivir la cultura local.

Los visitantes pueden alojarse en estancias y casas de familia, y disfrutar de la hospitalidad y la gastronomía local.

La provincia de Río Negro creó en 1986 el Área Natural Protegida Meseta de Somuncurá que comprende alrededor de 1.6 millones de hectáreas para proteger la diversidad biológica del lugar.