Recorrer la Patagonia en cuatro trenes, entre paisajes e historias increíbles

Paseos que te invitan a conocer pueblos, parajes rurales y paisajes desérticos, con la nostalgia de otros tiempos en que los trenes daban vida al sur.

En medio del bosque de Tierra del Fuego, rodando la infinita estepa patagónica o la cordillera en Chubut o Río Negro, hay paseos en tren que no te podés perder, porque además de paisajes, recorren historias y culturas. Vale la pena disfrutarlos.

La Trochita rionegrina


La Trochita es uno de los pocos trenes a vapor de trocha angosta en funcionamiento en el mundo. Constituye un verdadero museo andante, ya que su estructura y las vías sobre las que circula son reliquias que datan de 1922. Su valor agregado es el paisaje por el que circula: la región sur, esa estepa ventosa tapizada de flores silvestres.

El viejo tren hace un viaje entre Ingeniero Jacobacci y Ojos de Agua. Son 86 kilómetros ida y vuelta, que demandan un tiempo estimado de seis horas, con una parada, de más de una hora, en el pequeño paraje de Ojos de Agua, para almorzar y disfrutar de este lugar.

Para comprar sus pasajes para La Trochita, deberá seleccionar la estación Jacobacci como origen y Ojos de Agua como destino.

Después de una temporada de verano con ocupación plena se prepara para Semana Santa. Habrá una salida especial el sábado 16 de abril, partiendo desde Jacobacci a las 11 y con paradas en las estaciones Empalme y Bomba, para arribar a Ojos de Agua a las 13.15 y emprender el regreso una hora más tarde. En Ojos de Agua se puede optar por un almuerzo en la estación, a cargo de la Cooperativa Ayufin Mapu.

El pasaje para argentinos, ida y vuelta, sale $ 4.900. Extranjeros $ 7.350, ida y vuelta. Descuentos: menores de entre 4 y 12 años, jubilados y universitarios, 30%. Residentes en Río Negro y Carmen de Patagones 30%. Gastronomía, en Pulpería Ojos de Agua: entrada, plato principal y postre $ 1600 (sin bebida). Plato infantil : hamburguesa y papas fritas $750. Pasajes disponibles en www.trenpatagonicosa.com.ar.

Se puede combinar con el Tren Patagónico que une Viedma con Bariloche.

El viaje en la Trochita, es un viaje al pasado.

Tren Patagónico, Río Negro


No es exclusivamente turístico, ya que es un medio de transporte esencial para mucha gente que viaja por la provincia de Río Negro, pero sí es una gran experiencia turística. Transita 850 km a través de la estepa patagónica entre Viedma y Bariloche.

Entre uno y otro extremo hay 10 paradas, varias de ellas, a los pies de la meseta de Somuncurá. Luego de San Antonio Oeste, ya en plena estepa se suceden Valcheta, Ramos Mexia o Maquinchao, entre otras estaciones.

La naturaleza patagónica y animales como guanacos, zorros, liebres e incluso pumas y cóndores se pueden disfrutar desde los vagones de Primera, Pullman o Camarote, o en el coche restaurante, saboreando algún plato típico o una copa de buen vino patagónico.

El Tren Patagónico sale de Viedma y atraviesa 10 estaciones históricas.

El tren funciona una vez por semana: sale los viernes a las 18 de Viedma y llega a Bariloche a las 12.28 del día siguiente. Regresa los domingos a las 18.20 con horario de llegada a las 8.40. El costo de los pasajes por tramo es de $ 2.511 en Primera, $ 3.294 en Pullman y $ 4.455 por persona en camarote (para dos). Dónde informarse. Viedma, (02920) 422-130; Bariloche, (0294) 442-3172 www.trenpatagonicosa.com.ar.

La Trochita, Chubut y Río Negro


En otras épocas unía pueblos y transportaba cargas esenciales; hoy, cuenta relatos de la Patagonia. La promesa de recuperar el recorrido completo, desde Ingeniero Jacobacci, en Río Negro, hasta Esquel, en Chubut, sigue en lista de espera, pero mientras tanto el Viejo Expreso Patagónico, también conocido como La Trochita, invita a disfrutar de grandes paisajes.

Un recorrido, impulsado por locomotoras construidas en 1922 en Inglaterra y Alemania, parte desde Esquel, Chubut, y zigzaguea por la estepa y la precordillera por algo más de una hora hasta la estación Nahuel Pan, donde se puede visitar el Museo de Culturas Originarias, ferias de artesanos y la feria Tokom topayiñ, que abre cuando llega el tren.

Este Viejo Expreso Patagónico es un testigo que resistió al paso del tiempo gracias al compromiso de ferroviarios igualmente míticos que estuvieron, y que están todos los días, cuidando este patrimonio cultural único.

Luego de 45 minutos en el lugar, el tren parte de regreso a Esquel. Durante todo el año el servicio tiene una frecuencia mínima de una salida por sábado (a la 10 desde Esquel), y en Semana Santa habrá al menos dos viajes: viernes 15 y sábado 16. En función de la demanda, se podría sumar otra a las 14.

Otra opción para disfrutar de La Trochita, en Chubut, es el recorrido entre El Maitén y el apeadero Ingeniero Bruno Thomae; una excursión que dura una hora y media y sale los sábados a las 15. En El Maitén -donde están los principales talleres- vale la pena visitar también el Paseo Ferroviario, que exhibe una amplia variedad de objetos utilizados a lo largo de la historia del tren.

El nombre de la trochita nace de la distancia entre los rieles sobre los que corre el Viejo Expreso Patagónico.

Salida de Esquel, $ 6.000 (estudiantes y jubilados,$ 5.000; menores, $ 4.600). De El Maitén, $ 2.500. Dónde informarse. Esquel, (02945) 451403; El Maitén, (02945) 495190. www.latrochita.org.ar.

Tren del Fin del Mundo, Tierra del Fuego


A principios del siglo XX, los presos Ushuaia, en Tierra del Fuego fueron enviados a construir una traza ferroviaria al oeste de la ciudad, en tierras que hoy son parte del Parque Nacional Tierra del Fuego. Por aquel entonces, también se inaugura el primer xylocarril, que consistía en vías de madera y, una locomotora a vapor empujados por bueyes, caballos y hasta por los propios presos.

De aquel trazado de 25 km hoy se pueden recorrer 7 km, en un tren turístico que parte de la Estación del Fin del Mundo, a 10 km del centro de Ushuaia, hasta las puertas del parque.

Luego de cuarenta años sin funcionar, en 1994 el Tren del Fin del Mundo retomó parte del antiguo recorrido que realizaba el tren de los presos, el cual partía desde el presidio de Ushuaia.

Los vagones de madera arrastrados por locomotoras a vapor se internan en los bosques de lengas de las laderas del monte Susana. En el camino se narra –en 7 idiomas- la maravillosa historia del tren, mientras se disfruta de espectaculares paisajes surcados por el río Pipo, que en otoño adquiere increíbles tonalidades.

Luego de atravesar el Cordón del Toro y pasar por el puente Quemado sobre el río, el tren se detiene en la estación Cascada La Macarena, donde se puede ver una reconstrucción de los asentamientos de los originarios pobladores yámanas.

Visitarás una parte inaccesible del Parque Nacional Tierra del Fuego, donde usted podrá disfrutar de esta experiencia a bordo de un ferrocarril de época.

La última parada, en la estación Parque Nacional, es una gran oportunidad para descender, dar una vuelta por el bosque y admirar las maniobras de la locomotora, que debe engancharse en la otra punta del tren para emprender el regreso.

Para Semana Santa habrá tres salidas diarias (9.30, 12 y 15 horas), y la tarifa es de $ 4.200 en clase Turista, $ 8.500 en Primera Superior y $ 10.000 en Premium. Menores de 4 a 12 años, $ 2.100; jubilados, $ 2.600; menores de 3, sin cargo. Contacto. (02901) 30-1141, info@trendelfindelmundo.com.ar, www.trendelfindelmundo.com.ar.


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