Desde su pueblo costero, al sur de la Patagonia, guía a los turistas por el mar azul de Camarones

Camarones es uno de los pueblos costeros históricos de Chubut. El azul imborrable de sus costas y la naturaleza en estado puro lo convierten en el secreto mejor guardado del sur. Su distancia de los centros urbanos y sus inolvidables vistas al mar le confieren un aura de tranquilidad única.

Camarones es uno de los pueblos costeros históricos enclavado en una geografía de excepcional. Fuente: Ambiente Chubut.

Viviana López nació en un crudo invierno patagónico allá por 2001. Pasó su infancia en Camarones, un por entonces incipiente pueblo que apenas superaba los mil habitantes. Se crio entre las inclemencias del viento, jugó en las calles de tierra con el mar turquesa a su lado y pasó una y mil veces delante de las casitas históricas del pueblo. Los guanacos, choiques, zorros, lobos marinos y ballenas eran como sus mascotas, convivían con ella en estado natural: salvajes y libres.

Todos estos recuerdos sentaron las bases de su pasión. Fueron construyendo sus objetivos y orientaron su camino. Una sucesión de hechos hizo que Viviana termine estudiando turismo. Por casualidad o por causalidad las herramientas para construir su futuro comenzaron a aparecer.

“Mientras estaba cursando el secundario comencé con ataques de pánico y fue una etapa compleja porqué me costó concluir mis estudios. Como quería terminar el secundario, me cambié a la escuela de adultos que tenía orientación Turismo”, recuerda Viviana.

“Conocía cada rincón de Camarones, pero empecé a mirarlo con otra perspectiva y con más amor. Con la visión del turista y no con la del que nació allí. Cuando llegaban visitantes me sorprendía junto con ellos viendo los lugares que ya conocía de toda la vida”. Y así empezó todo.


Sorprenderse con lo cotidiano


“Para el que mira sin ver, la tierra es tierra nomás”, dice una frase de Atahualpa Yupanqui, que está en el punto panorámico de un sendero del pueblo. “Es una frase que me gusta mucho y me cambió el chip. Ahí me di cuenta que lo que quería era mostrarle a la gente lo lindo que es el lugar donde nací”, sostiene la guía local.

Ese momento fue crucial y, a partir de allí, Viviana comenzó a dedicarse de lleno a sus objetivos. “Haciendo mucha terapia entre la tierra y el mar quebré muchos obstáculos personales. Después de tener una primera experiencia laboral en la Fundación Rewilding Argentina, empecé a trabajar en Viento Azul, haciendo salidas náuticas con los visitantes”.

Los paseos en lancha, las charlas con los turistas, la magnificencia de los paisajes y la fauna marina es todo lo que busca Viviana para abonar su felicidad. Para intercalar su pasión con su trabajo, la pulsión de mostrar las bellezas de su pueblo con la vocación de servicio a los visitantes.

“Mi primera excursión la viví como una turista más, fue muy lindo. Los turistas se me quedaban mirando porque estaba muy maravillada igual que ellos”, rememora la joven guía con una sonrisa.


Las experiencias para mostrar


La empresa donde trabaja Viviana hace unos años se llama Viento Azul. Ofrece dos excursiones náuticas que visitan distintos puntos colmados de bellezas naturales. La abundante fauna marina acompaña en estas travesías mostrando la cara más salvaje de la Patagonia.

Los visitantes que quieran ver a la joven guía en acción puede sumarse a cualquiera de las travesías por el mar patagónico.


Excursión Islas Blancas


Es una de las más populares. Tiene una duración de 2 horas y el objetivo principal es adentrarse en la Bahía, en busca de toninas y otros animales marinos, y visitar las Islas Blancas que están a 4 km en línea recta de la costa.

Durante el paseo puede verse una enorme cantidad de fauna: toninas overas, biguás, cormoranes, pingüinos de Magallanes, gaviotines, petreles gigantes del Sur, escúas, gaviotas, ostreros, patos vapor, palomas antárticas, caranchos albinos y lobos marinos de un pelo.


Excursión al faro Isla Leones


Esta excursión dura entre 6 y 8 horas. Comienza por tierra, se ingresa por el portal Isla Leones del Parque Patagonia Azul, pasando por el Camping Cañadón del Sauce, y se llega hasta Bahía Arredondo donde se embarcan en una lancha para salir a navegar, pasando por distintos islotes, y avistando todo tipo de fauna marina, hasta llegar a Isla Leones, la isla del faro.

Una vez allí, se desciende de la embarcación, para realizar un trekking guiado hasta la mítica casa-faro.

Desde este sitio se observa la bahía de Camarones donde en el siglo XVI llegaron los españoles, una lobería de una isla vecina, y muchas aves marinas y otras especies de animales que varían según la época.


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