«¡Están!» Fueron a buscar las truchas del Limay Medio y tuvieron dos increíbles días de pesca
Si hay algo que intriga por estos días a los pescadores del Alto Valle es si las truchas migratorias ya entraron a uno de los mejores pesqueros de la Patagonia, el tramo medio del río que corre entre Neuquén y Río Negro. Javier Fernández y Gerardo Fonseca lo flotaron dos días y mirá qué bien les fue...
Javier Fernández es un apasionado pescador con mosca, tanto como su amigo Gerardo Fonseca. Juntos flotaron dos días unos 35 km del Limay Medio en busca de las famosas truchas migratorias. ¿Cómo les fue? Acá Javier comparte el relato y las fotos de una increíble experiencia en el río que corre entre Río Negro y Neuquén al norte de la Patagonia, desde la represa Pichi Picún Leufú hasta la desembocadura en el embalse Ramos Mexía de El Chocón, que se resume en la palabra que esperan escuchar todos los pescadores: «Están».
«Nuestro plan de pesca se basaba en dos días completos flotando el Limay Medio en nuestro drift boat, pescando la zona de Bajada Colorada, haciendo campamento en alguna isla a mitad de camino que nos permitiera disfrutar de un buen asado.
Comenzamos bajando el bote temprano en el puesto de Don Tapia, pagando el ingreso correspondiente al campo (dos mil pesos, la misma cifra para salir por Puesto Canales unos 35 km aguas abajo), con la idea de focalizarnos en la pesca de truchas marrones migratorias, que remontan el río en esta época del año desde el lago Ezequiel Ramos Mexía en busca de lugares para reproducirse.
Tiros largos, moscas grandes y resultados excelentes
Es una pesca difícil, que demanda mucho esfuerzo, tiros largos y moscas por lo general grandes y pesadas, pero como siempre digo, la recompensa puede ser muy grande y este viaje no fue la excepción. No por nada el común denominador de los pescadores lo llaman “El río de los 1000 cast”.
Los resultados fueron excelentes en cada sector a los que le dedicamos el tiempo suficiente para estudiarlo y poder pinchar los “trofeos” que el río nos regala.
La actividad de las truchas a pesar de tener un río en un caudal extremadamente bajo y una luna llena (típica excusa de pescadores cuando la cosa no funciona) fue excelente dándonos piques constantes a lo largo de todo el día.
Todos los pescados que pudimos sacar rondaban los 3 kilos, en su mayoría eran machos, notando que tal vez las hembras aún no habían ingresado al río. Como corresponde, todos fueron devueltos a su hábitat natural lo más rápido posible y con mínima manipulación para evitarle estrés al pescado.
Moscas, cañas y líneas: ¿Qué equipos usaron?
Los equipos que usamos fueron en su mayoría cañas número #8, con líneas de hundimiento tipo shooting y moscas al estilo trailers de conejo.
También funcionaron muy bien alevinos y moscas con patas de goma aunque en este río importa más el cómo hacemos nadar esa mosca y no tanto el tipo de mosca que usamos para obtener los resultados deseados».
El complicado acceso a la costa para los pescadores
Cuando las charlas entre pescadores se ponen serias después de divertirse con las anécdotas, es frecuente que deriven a tres temas: la preocupación por el impacto de las represas y las erogaciones en el ambiente, la seguridad en caso de cambios bruscos en el caudal y en especial lo complicado que es acceder a las costas de los 95 km del Limay Medio para hacer lo que más les gusta, pescar.
Son muchos quienes levantan su queja por los problemas que enfrentan para entrar. Del lado neuquino hay que pagar en dos campings por el acceso, una única vez, no importa la cantidad de días. Se trata de Fortín Nogueira del lado de la represa y Media Luna del lado de la desembocadura.
«Solo queda libre el puente de Pichi Picún Leufú. Y del lado rionegrino, ya sea entrando desde Cerro Policía o Naupa Huen, hay que pagar en los campos, depende de lo que cobre cada uno. También se puede entrar en lancha remontando desde El Chocón, pero hay que tener una y saber usarla con caudales bajos. Es complicado, es cierto», explicó el instrucor Matías Fernández Carro.
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