Escapada al refugio de los lobos marinos en el Camino de la Costa: ¡Con estas sorpresas!

La Lobería, en la espectacular ruta provincial 1 de Río Negro que bordea el mar, es una tentación para el finde largo, porque las playas ofrecen mucho aunque sea invierno.

Las crías de lobos marinos en su siesta. Foto: Fernando Mariño.

Una reserva de Río Negro se llama Bermeja por el color rojizo de los atardeceres, colores que pintan bellos momentos que no olvidarás. Es la colonia continental con mayor población de lobos marinos estables de Sudamérica. A 63 km de Viedma, Punta Bermeja es una escala obligada para quienes disfrutan a pleno de la naturaleza. Un paseo que nace en El Cóndor, a 30 kilómetros de Viedma, donde nace el Camino de la Costa, la ruta escénica que resguarda playas amplias, tranquilidad y se disfrutan aunque sea invierno.

La Lobería a 30 km de El Cóndor es un balneario con piletones naturales socavados por el mar que se descubren durante la bajamar. Tiene un camping durante todo el año y el establecimiento ofrece servicio de hostel. También se puede ir en casilla y sobre el acantilado el predio también cuenta con baños y una confitería, además de un sector de estacionamiento cubierto.

A 3km del pueblo, se encuentra la Reserva Faunística Punta Bermeja. Creada en 1971, es considerada la colonia más grande de lobos marinos de un pelo de Sudamérica, ya que alberga de forma permanente entre 5 mil y 8 mil ejemplares, dependiendo la época del año, a los que se los protegió para resguardarlos de la caza desmedida para la fabricación de aceite.

Hay un Centro de Interpretación Faunística, un museo, un lugar con resguardo para ver el mar, con baños y un comedor para tomar mates y también un auditorio en el que de manera permanente se muestran videos con información sobre la fauna del lugar. Allí, hay personas especializadas que te reciben con buena onda, te prestan binoculares y te cuentan detalles del lugar.

Vista de la reserva a la tarde. Foto: Alejandro Carnevale.

Podés caminar hasta el mirador, ubicado sobre los acantilados. Es posible apreciar el comportamiento de los lobos marinos y de las aves costeras, como la paloma antártica, cormoranes, gaviotas cangrejeras, gaviotas cocineras, gaviotas capucho café, petreles, biguás, gaviotines y loros barranqueros, al igual que de aves continentales como el halconcito colorado, halcón peregrino y chimangos.

En ocasiones se registra la presencia de elefantes marinos y de orcas que se acercan en busca de un lugar seguro para alimentarse y es frecuente ver pasar, cerca de la costa, ejemplares adultos de ballena franca austral.

Reserva de Punta Bermeja. Foto: Marcelo Ochoa.

Los que van por estos días, además de observar a lobos marinos y ballenas francas, también asisten a la maravilla de la naturaleza de dos grupos de orcas que desde hace varias semanas merodean por la costa rionegrina.

Los científicos, investigadores, guardas ambientales y guardafaunas que comparten información y estudian el comportamiento del predador más astuto y poderoso del océano detectaron que se trataba de los grupos de ocho orcas que identifican como el de Llen y de Valen.

Las crías de lobos marinos se acercan con curiosidad a las orcas. Fotos: Fernando Mariño.

Las imágenes tomadas por el guarda ambiental de ANP Punta Bermeja, Fernando Mariño muestran a todos estos animales en su particular convivencia e invitan a visitarlos.

La Reserva Faunística Punta Bermeja, su museo y el mirador están abiertos todos los días de 10 a 16.30. Es gratis. Quienes lo deseen pueden dejar una colaboración voluntaria.


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