El pueblo que fue tragado por el agua y hoy se convirtió en una joya turística

El 10 de noviembre de 1985, una inundación cambió para siempre el destino de Villa Epecuén, gracias a su capacidad de resiliencia supo reconvertirse para resurgir de entre las ruinas.

La localidad se hizo famosa por la alta salinidad de sus aguas, comparable a la del Mar Muerto.

Villa Epecuén desde 1920 hasta 1970 con 1.500 habitantes fue auge del turismo termal, recibía 25.000 personas por temporada en su mayoría de un gran poder adquisitivo. Pero la vida de un excepcional atractivo turístico y comercial, cambió abruptamente un 10 de noviembre de 1985 cuando la ciudad se inundó, perdiendo todo lo que se había edificado.

Fundada en 1921 a orillas del Lago Epecuén, la localidad se hizo famosa por la alta salinidad de sus aguas, comparable a la del Mar Muerto, y por sus reconocidas aguas termales. Esto impulsó un fuerte interés turístico y medicinal en la región, donde hoy funcionan las Termas de Carhué, ubicadas a solo ocho kilómetros de la villa.

La llegada de los ferrocarriles -el Ferrocarril Oeste (actual línea Sarmiento) hasta la estación Lago Epecuén, y el Midland y el Sud hasta Carhué- facilitó el acceso y promovió el crecimiento de la villa. Con el tiempo, se consolidó como uno de los centros turísticos más importantes de la provincia.


La época dorada de Epecuén


Para la década de 1970, la población estable de Epecuén alcanzaba las 1.200 personas. La villa contaba entonces con seis mil plazas hoteleras y 250 negocios. En su época dorada, este pintoresco pueblo recibía a miles de turistas cada verano, quienes disfrutaban tanto del lago como de las actividades termales.

El auge de Epecuén como destino turístico avanzaba exitosamente, hasta que el 10 de noviembre de 1985, una fuerte crecida de la laguna, agravada por las intensas inundaciones que afectaban a la provincia de Buenos Aires, provocó la ruptura del terraplén de cuatro metros que protegía al pueblo. Como resultado, las aguas invadieron por completo la localidad.

No se registraron muertos pero sin duda mucha gente padeció la tristeza de tener que abandonar su hogar. La gran mayoría se radicó en la localidad bonaerense de Carhué, que cada día es visitada por cientos de extranjeros y turistas de diversos rincones de Argentina.

El lago fue declarado Reserva Natural Municipal, posee muchas propiedades curativas, árboles cubiertos de sal y ofrece circuitos guiados para explotar el recorrido de las ruinas a pie. Además, es un lugar estético para los amantes de la fotografía. Hay diferentes colonias de aves que sobrevuelan la laguna.

En 2017 el lago Epecuén obtuvo el récord Guinness cuando sus habitantes se unieron para mostrarle al mundo las propiedades de sus aguas, similares a las del Mar Muerto. Efectivamente, 1941 personas flotaron en línea sin asistencia de ningún elemento de flotación. Es que la alta salinidad del agua hace que las personas floten sin ninguna ayuda.

Para quiénes son amantes de conocer la historia detrás de los lugares, este es su destino perfecto. En la ex estación de ferrocarril hay un Centro de Interpretación y Museo que expone los orígenes y el presente de la localidad.

Por otro lado, para quiénes prefieren unos días de relax hay diferentes playas sustentables, spa termales y diferentes propuestas gastronómicas.


Epecuén, sede de safaris fotográficos


Los paisajes desolados que dejó la tragedia de Epecuén se han convertido en un atractivo para fotógrafos, quienes llegan hasta este pueblo fantasma a realizar safaris fotográficos. Además, es un destino educativo para estudiantes de fotografía. Entre las ruinas más populares se encuentran el antiguo matadero, el cementerio y las viviendas que alguna vez albergaron a los residentes. También es posible distinguir el trazado de las calles que organizaban la localidad.

De los 1.500 habitantes que vivían en Epecuén en el momento de la inundación, solo uno ha regresado con frecuencia: Pablo Novak, nacido en 1930: este hombre ha visitado repetidamente las ruinas desde su hogar, manteniendo vivo el recuerdo de lo que fue Epecuén. Novak falleció en enero de 2024, siendo uno de los guardianes del legado de Epecuén.


Turismo termal en el lago Epecuén


Las Termas reciben a turistas de todo el país. Las aguas del lago Epecuén bañan la costanera norte de Carhué. Este lugar, además de ser la terma al aire libre más grande de la Argentina.

Entre las afecciones más tratadas por efectos de estas aguas se encuentran la artritis, la artrosis, la psoriasis y otras enfermedades de la piel. Piscinas cubiertas, jacuzzi, bañaderas de inmersión, fangoterapia en cabinas, masoterapia, kinesioterapia, gimnasio y cosmetología, constituyen gran parte de la propuesta turística de Termas de Carhué, a la que se suma placentero el magnífico Spa Epecuén.


Los imperdibles de la zona


Entre baño y baño, te conviene hacerte un tiempo para conocer algunos de los atractivos que hallará en la zona. Desde la visita a las ruinas de la antigua Villa del Lago Epecuén, hasta la región serrana que comprende Sierra de la Ventana.

Podés:

-Contratar un vuelo de bautismo con los pilotos más experimentados del aeroclub local

-Realizar un safari fotográfico para retratar las aves que se observan en las lagunas cercanas, entre los cuales se destaca el bello flamenco rosado, hacer cabalgatas.

– Caminatas a lo largo del arroyo Pigüe o por la misma costa del lago Epecuén, que durante las últimas horas del día brinda atardeceres únicos.


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