Del Alto Valle a Santa Cruz: así es la Ruta 40 camino al eclipse solar anular 2024

Rumbo al evento astronómico más importante del 2024, un itinerario por el viaje de Diario RÍO NEGRO en busca del anillo de fuego. Mirá las fotos y conocé estos mágicos lugares.

La población de guanacos aumenta a medida que nos acercamos más al sur. Foto: Alejandro Carnevale.

Desde el Alto Valle, en el norte de la Patagonia, hasta Gobernador Gregores, en el corazón de Santa Cruz, el jueves iniciamos esta travesía que nos hizo reafirmar la esencia de la región que elegimos todos los días.

Cada kilómetro está impregnado de historias y paisajes que nos conectan con lo más profundo de nuestra tierra. Tenemos por delante 1.700 kilómetros para desentrañar un camino que, aunque ya es conocido, se renueva con cada nueva experiencia.

El parque Patagonia atesora uno de los hallazgos arqueológicos más impresionantes. La cueva de las manos. Foto: Alejandro Carnevale.

El inicio de la travesía fue muy temprano desde el Alto Valle. El viaje tiene un propósito: ser testigos del eclipse solar anular que ocurrirá este miércoles y que, nuevamente, tendrá a la Patagonia como protagonista.

La meseta patagónica se extiende a nuestro alrededor, con su terreno árido y su vegetación baja. El cielo parece infinito y el viento, que sopla con fuerza, nos recuerda siempre dónde estamos.
El paisaje comienza a cambiar a medida que avanzamos y nos adentramos cada vez más en la aridez de la estepa. La ruta se estira interminable frente a nosotros.

Nos detenemos en cada pueblo o paraje para cargar combustible y reponer energías. Charlamos con los vecinos y todos están al tanto del eclipse. Claro que la expectativa crece a medida que nos acercamos al sur. El evento se convierte en el gran tema de charla: el mejor lugar para observarlo, el clima que se espera, la cantidad de visitantes que llegarán y las miradas de muchos lugares puestas en este fenómeno. Tiene razón de ser, es la oportunidad para muchos de aprovechar este evento excepcional para captar visitantes y empezar a potenciar el turismo en sus pueblos.

Foto: Alejandro Carnevale.

El paisaje cambia todo el tiempo. La meseta se alterna con montañas, cañadones, ríos y extensiones de tierra que nos recuerdan lo grande que es nuestra Argentina. Los guanacos y choiques se asoman a lo lejos y cada vez van ganando más terreno a medida que avanzamos hacia el sur. Todo cambia y a la vez permanece igual. Es la Patagonia en su estado más puro.

Foto: Alejandro Carnevale.

Hacia Río Mayo, donde pasamos la noche, la ruta nos muestra su lado más solitario, con kilómetros que parecen no terminar nunca. Es acá donde la Patagonia se despliega en todo su esplendor: grandes extensiones de estepa, montañas a lo lejos y un cielo que se extiende hasta donde la vista alcanza.

A la mañana siguiente, volvemos a la Ruta 40 con energías renovadas. El paisaje se torna más imponente a medida que nos acercamos a la localidad de Perito Moreno. Decidimos hacer un desvío para visitar el Parque Patagonia, una joya escondida que contiene uno de los tesoros arqueológicos más importantes del país: la cueva de las Manos. Es un lugar que impacta por su belleza y por la conexión que sentimos con el pasado. Además recorrimos el cañadón del río Pintado y nos sentimos parte de la inmensidad.

Estepa, montañas, inmensidad, viento. La patagonia. Foto: Alejandro Carnevale.

La noche del viernes llegamos a nuestro destino: Gobernador Gregores, en Santa Cruz. Y acá estamos. Este pueblo está ubicado en el corazón y de la provincia y es donde el fenómeno se observará en todo su esplendor. Hay expectativas por parte de sus vecinos y de los turistas que, tímidamente, comienzan a llegar. Nuestra intención es que puedas vivir junto a nosotros esta experiencia. Por eso desplegamos una gran cobertura, con un gran equipo para contarte todos los detalles.

Fueron 1.700 kilómetros de rutas solitarias, paisajes infinitos y sensaciones intensas. Cada tramo recorrido nos dejó algo: una imagen, un momento. Y aunque el eclipse será el punto culminante, el viaje en sí ya fue único. Porque recorrer la Patagonia por la Ruta 40 no significa hacer kilómetros para llegar a un destino, es una manera de conectarse con la esencia de nuestra tierra y nuestras raíces, de entender su vastedad y su misterio, de ser parte, por unas horas, de su inmensidad.

Por Juan Moro y Alejandro Carnevale | Enviados especiales de RÍO NEGRO a Santa Cruz.

Seguí la COBERTURA del Eclipse solar anular 2024 en todas las plataformas de RÍO NEGRO.


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