Bariloche: el clásico súper divertido que no te podés perder
El complejo del Teleférico y sus icónicas góndolas rojas ofrece aventuras, arte y gastronomía en la famosa confitería giratoria. Trineos, tirolesa y caminatas con raquetas, entre otras atracciones, invitan a disfrutar con los más chicos. Por Laureana Fuentes.
Cada temporada de invierno miles de turistas arriban a Bariloche con el gran objetivo de conocer la nieve, así como llevarse postales únicas del parque nacional Nahuel Huapi o disfrutar de la aventura. Las opciones llegan a ser muy diversas, pero para quienes buscan una alternativa que combina diversión, arte y gastronomía en movimiento, el clásico recomendado es el Complejo Teleférico Cerro Otto. Un paseo de medio día para disfrutar especialmente junto a los más chicos, con pista de trineos, tirolesa y caminatas con raquetas.
Patricia Picasso, Walter Seijas y sus hijas Camila (9) y Abril (13), llegaron desde San Miguel, provincia de Buenos Aires. “Es la primera vez que venimos como familia, nosotros ya conocíamos pero la idea era que las chicas puedan conocer la nieve”, asegura Walter en diálogo con Río Negro mientras hace cola para contratar algunas de las actividades extra que se ofrecen en la cumbre.
Finalmente llegaron al objetivo para disfrutar la magia blanca. Son una de las afortunadas familias que lograron realizar el ascenso, ya que en plena temporada las colas suelen ser muy largas y hay un cupo máximo de unas 2300 personas diarias, sumado a que la apertura del medio de elevación depende de las condiciones del clima.
Entre las novedades de este invierno, el complejo cuenta con nuevo material que le permite mantener en mejores condiciones el servicio. Entre ellos, se encuentra un nuevo pisa nieve, con el que hacen el mantenimiento de la pista de trineos y el despeje de caminos; y, un nuevo colectivo que se suma a la flota de otros cuatro ómnibus que transporta gratuitamente a los visitantes desde la zona céntrica de Bariloche (ida y vuelta), una excelente opción para quienes llegan a Bariloche sin vehículo propio.
El teleférico se encuentra sobre avenida de los Pioneros, a unos 5 kilómetros del Centro Cívico. Y una vez allí, el ascenso se realiza en góndolas cerradas para hasta cuatro personas, que en apenas 12 minutos te llevan hasta la cumbre del Cerro Otto, a unos 1400 metros sobre el nivel del mar.
Desde allí, se aprecian vistas panorámicas de la ciudad, los lagos Nahuel Huapi y Gutiérrez así como la Cordillera de los Andes. El ascenso para mayores de 13 años cuesta 8.000 pesos, de 6 a 11 años y mayores de 65 pagan 5.000, y solo para los más chiquitos es gratuito.
Cecilia Matayoshi, volvió a Bariloche desde Campana, Buenos Aires, después de 25 años, con la idea de que sus hijas disfruten la nieve. Mientras acompaña a Olivia (9), que está subiendo la palestra y toca contenta la campana cuando llega a la meta, cuenta que fue un gran desafío el regreso y que toda la familia está muy contenta disfrutando el destino. La actividad de palestra es para todo público y cuesta 3.000 pesos. En el muro, que tiene 7 metros de altura, tanto chicos como grandes realizan la práctica equipados con arnés y casco, mientras uno de los 150 trabajadores de esta temporada en el complejo les da seguro.
Además, para los más aventureros existe una tirolesa de 60 metros de extensión y 7 metros de altura. La actividad cuesta 4 mil pesos, pero combinada con la palestra queda en 5 mil. “Chévere realmente”, asegura Isabella Salamanca (13) proveniente de Colombia con una gran sonrisa, luego de bajar de la tirolesa junto a su papa Fabián. “Vinimos a Bariloche por 17 días, y elegimos el Otto para conocer la nieve, por la confitería giratoria y ahora nos vamos a tirar en trineo”, expresó.
Las grandes atracciones y donde hay más gente es en las dos pistas de trineo. Una especialmente diseñada para los más pequeños, de 3 a 10 años, con una extensión de 50 metros y una pendiente relativamente leve. Y otra de 300 metros con curvas peraltadas rodeando el bosque, que es la que disfrutan los más grandes.
Héctor Díaz, tiene 50 años y llegó de Resistencia, provincia de Chaco. Lleva una respiración profunda y cansada, pero vuelve apurado y con una sonrisa al funicular que lo lleva de nuevo hasta la zona de largada. “La verdad que es muy lindo, excelente, no hay edad para estas actividades, todavía me queda otra bajada”, asegura.
Para acceder a la pista de trineos, por 5 mil pesos cada persona puede realizar 3 bajadas, más el ascenso en el funicular. Marcelo Belastegui, con sus hijos Mateo (11) y Tomás (14) también del Chaco afirman: “Lo que más nos gustó acá en Otto fue la pista de trineo, la verdad es que vale la pena, pero nos quedamos con ganas de más bajadas”. Y Tomás agrega entre risas: “Yo creo que 5 bajadas por 5.000 estaría mejor”.
Finalmente, otra de las propuestas más elegidas cuando hay nieve suficiente, son las caminatas con raquetas que se hacen grupales junto a un guía del lugar. La actividad cuesta 5.000 pesos por persona, y dura aproximadamente una hora. El único requisito es calzar al menos 35 para poder usar el equipo requerido.
Gastronomía y una experiencia 360°
Muchos de los visitantes llegan al Cerro Otto solo para vivir la experiencia de almorzar o tomar algo caliente en la confitería giratoria. Totalmente vidriada, permite degustar platos regionales mientras se disfrutan los paisajes desde una especie de calesita gastronómica. Allí, un guiso de montaña se puede consumir por 5.200 pesos, un chocolate por mil o un licuado de frutos rojos por 1.700. Para los que no quieren esperar, ya que el lugar es uno de los más requeridos, hay otra parrilla afuera donde se puede comer un choripán por 2.500 pesos o una bondiola por 4.500.
El complejo trabaja actualmente en la construcción de un nuevo espacio gastronómico, un salón alternativo al lado de la confitería giratoria, con el objetivo de ampliar la capacidad de atención. Sin girar, pero con las mismas panorámicas.
Arte y solidaridad en altura
Una gran sorpresa para muchos de los que eligen Cerro Otto solo para conocer la nieve, es la galería de arte que exhibe las últimas réplicas certificadas de El David, La Piedad y El Moisés de Miguel Ángel Buonarroti, construidas 80% en polvo de mármol y 20% en resina. Piezas en tamaño real traídas especialmente desde Italia por Boris Furman, el impulsor de la Fundación Sara María Furman, a cargo del servicio del teleférico y mediante la cual el 50% de las utilidades que se generan anualmente son donadas a dos entidades de bien público.
Datos importantes
· Antes de visitar el teleférico, es recomendable chequear el estado del servicio en www.telefericobariloche.com.ar.
· El primer ascenso es a las 10 de la mañana y el último a las 16.30, siempre según condición de clima.
· Los tickets de ascenso se compran en la Boletería situada en la estación inferior del medio de elevación (Pioneros km 5.000), o en el centro de Bariloche (Villegas esquina Mitre y San Martín e Independencia), desde donde salen los colectivos gratuitos. Las actividades se compran arriba.
· Es importante en invierno llevar ropa de nieve o abrigo, ya que las temperaturas son más bajas en la cumbre.
· Los visitantes pueden llevar mate, bebidas propias o viandas. Lo único que está prohibido son los accesorios extra para deslizarse en la nieve. Los trineos se contratan en la cumbre.
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