Volvían de bucear y se encontraron con estos delfines y sus piruetas en Las Grutas
Un grupo de buzos volvía de trabajar en el parque submarino en un semirrígido cuando se encontraron con unos 40 delfines nariz de botella que hacían piruetas. Pudieron fotografiar y filmar esta belleza en la costa rionegrina al norte de la Patagonia.
Tarde de sábado muy fría en Las Grutas, al norte de la Patagonia. Un grupo de buzos volvían entumecidos en un semirrígido después de trabajar desde las 10 de la mañana en las anclas del próximo barco que se va a sumar al parque submarino en la costa rionegrina. Fue entonces cuando vieron a los primeros delfines cerca de la orilla.
Bajaron la velocidad y los acompañaron lentamente desde la tercera a la septima bajada, disfrutando el espectáculo.
«Veníamos muy atentos porque teníamos la idea, no se por qué, de que nos íbamos a cruzar ballenas -relata el buzo y prestador náutico en Cota Cero Buceo Sebastián Leal-. Y no fue así. En cambio, nos encontramos con esta familia de delfines nariz de botella«.
«Fue increíble el encuentro: eran 30, 40 animales, buena parte de la familia, divididos en grupitos de seis o siete», continúa.
«Hacían como un nado sincronizado para entrar y salir del agua y vimos muchos saltos -agrega-. Los seguimos de la tercera la séptima bajada y después ya nos vinimos porque se nos hacía tarde y todavía teníamos que lavar los equipos y muchas otras cosas para terminar el día, pero estuvo buenísimo».
«A estos delfines que siempre andan por la zona la estudió una bióloga belga que estuvo 8 años acá y determinó que es una familia de aproximadamente unos 130 animales, que es un numero chico. Viven cerca de nosotros y tenemos que cuidarlos porque cualquier cambio afecta a toda la familia», afirma Sebastián.
Y explica que los biólogos tienen fotoidentificados a unos 70 ejemplares. Por eso envío la ampliación de la imagen de la aleta dorsal de uno de los delfines nariz de botella para chequear si es el denominado M 36 que ya fotografió en otras ocasiones. «Todo esto da un sentido de pertenencia, porque los delfines que vos ves están siempre en la zona», se despide Sebastián hasta la próxima aventura en el mar.
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