Violencia de género: ¿por qué son importantes los números?

Este año se advierte un fuerte incremento de femicidios en todo el país. Los registros oficiales no están unificados y los no oficiales trabajan con pocos recursos. Frente al escenario, las respuestas del Estado no son suficientes ¿Para qué sirve llevar la cuenta? ¿Qué revelan los números y qué hay detrás? Un escenario dispar en la región.

 Mabel no es Mabel sino el nombre que ella misma eligió para resguardar su identidad. Tiene 30 años, vive en una ciudad de Río Negro, trabaja por las tardes y hace malabares para criar a sus dos hijos, de 5 y casi 2 años. Hay días que se siente “rota por dentro”, que se pregunta qué hizo mal y en seguida se responde: “yo no cometí ningún delito”. 

El año pasado, después de la denuncia de Thelma Fardin, se animó a hablar y contó su historia en las redes sociales. Cuando tenía 7 años, una persona de su entorno familiar abusó de ella. «No hubo acceso carnal, pero fue suficiente para que me queden marcas emocionales”, dijo. El relato se viralizó y le llegó a él. El hombre llamó a su mamá, le dijo que la controlara, que no entendía qué le pasaba, que por qué lo odiaba tanto. Otras mujeres se pusieron en contacto con Mabel, para contenerla, abrazarla, escucharla y cuidar de sus hijos mientras iba a ver una abogada. “No hice la denuncia porque, aunque tenía la intención, ya habían pasado 22 años. Seguí adelante y decidí dejar todo como estaba”, contó.  

Un año después, el caso se viralizó otra vez. El hombre volvió a amenazar a su mamá, le dijo que si veía a Mabel en la calle “la iba a matar”.  Decidió hacer la denuncia judicial por amenazas. Se la tomaron y le concertaron una entrevista con un equipo técnico. Tiene expectativas en eso, es la primera vez que desde el Estado le ofrecen un espacio de escucha, pero está cansada. «Además de andar con cuatro ojos cuando salgo con mis hijos, ahora tengo que prestar atención a no cruzármelo, a que no me haga algo adelante de ellos. Y mientras el cuerpo me pasa facturas, yo vivo con miedo y él se pasea libremente”. Está convencida de que hay que denunciar, pero “si pudiera salir mañana de esta situación sería mucho mejor”, confía. Y espera.  

En este momento, hay muchas mujeres como Mabel que, en la región y el país, no gozan plenamente de su derecho a vivir una vida libre de violencias. Pero este 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, van a salir a la calle, van a volver a poner el cuerpo, y van a gritar “vivas y libres nos queremos”.  

La violencia de género es la que el varón infringe a la mujer por el solo hecho de serlo, porque la considera un objeto de su propiedad. Tiene sus raíces en la cultura machista de la sociedad patriarcal en la que vivimos y se reproduce a fuerza de odio y desigualdad. Existen diferentes tipos y modalidades que van desde la violencia física y sexual hasta la violencia psicológica, económica, obstétrica y simbólica. El femicidio, entendido como la muerte violenta de mujeres por razones de género, es su forma más extrema.  

Según los datos oficiales de la oficina de la Mujer de la Corte Suprema de la Nación, en 2018 hubo 278 femicidios en todo el país. En Neuquén, hubo 6 víctimas directas de femicidio y una de femicidio vinculado. La tasa de víctimas directas de femicidio cada 100 mil mujeres fue 1,85, una de las más altas del país. Esto implicó un femicidio cada 54.194 mujeres. La provincia de Rio Negro reportó 5 femicidios, con una tasa de femicidios directos cada 100 mil mujeres de 1,37, equivaliendo a un femicidio cada 73.057 mujeres.

En 2019, se anticipa que habrá un fuerte incremento y que el año cerrará con el mayor número de femicidios de los últimos cuatro años. Haciendo un recorte, hasta el 20 de este mes y según datos no oficiales, fueron 290 las mujeres asesinadas en todo el país por la violencia de género.

Para contabilizar los femicidios, existen diferentes tipos de registros tanto oficiales como no oficiales. Los oficiales son los que elaboran los organismos del Estado y los no oficiales los de las organizaciones de mujeres. ¿Por qué es importante llevar la cuenta? ¿Para qué sirve? ¿En qué se traduce? ¿Qué nos revelan los números y qué no alcanzan a contar? ¿Por qué las cifras no coinciden? 

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El registro de la Corte Suprema


El Registro de Femicidios de la Justicia Argentina es un registro oficial perteneciente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Comenzó a trabajar en el 2015 al calor del “Ni Una Menos”, con datos de un año anterior. Hasta entonces no existía estadística de femicidios oficiales en el país. Se elabora anualmente a partir de la revisión de todas las causas judiciales en las que se investigan muertes violentas de mujeres por razones de género. “El objetivo es triple: primero, diagnosticar la situación nacional, aportar información cualitativa y cuantitativa, y diseñar políticas públicas que sean capaces de prevenir esta violencia”, explicó a “Río Negro” Angela Oyhandy, doctora en Sociología de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema.  

La concepción de femicidio con la que trabajan abarca tanto “el que tiene lugar dentro de la familia, unidad doméstica como en cualquier otra relación interpersonal; en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión”. Se elabora a partir las causas judiciales por muertes violentas de mujeres y también de mujeres trans/travestis de todas las provincias. A partir del 2017, se incluyeron los femicidios vinculados que son los cometidos contra una o varias personas (niños en general) a fin de causarle sufrimiento a la mujer.  

El registro publica anualmente sus datos. Los del 2019 se conocerán recién el 1 de junio de 2020, días antes de “Ni Una Menos”, como todos los años. Oyhandy señaló que hablar de números es solo un punto de partida para conocer la dimensión cuantitativa y mensurar los efectos de las políticas, pero que no alcanza. Por eso, aclaró que el Registro también releva datos cualitativos sobre hechos, víctimas y sujetos que permiten focalizar políticas de prevención. 

Tras el polémico tuit de la ministra de Seguridad Patricia Bullrrich (en el que anunció una supuesta baja en los femicidios) quedó en evidencia que los datos de femicidios en los diferentes organismos del Estado no coinciden. Al respecto, la responsable de la oficina de la Mujer de la Corte Suprema María Delia Castañares indicó que los registros responden a distintas etapas en las que intervienen los organismos estatales, que es esperable que las cifras difieran y es bueno que eso suceda”. Además, aclaró que está la cuestión de la fecha de cortes de los registros. 

“A partir de este año hemos formalizado un convenio entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y el Ministerio Público Fiscal, y con el apoyo del proyecto Spotlight elaboraremos criterios metodológicos comunes para que, respetando los datos que responden a las distintas intervenciones de cada organismo, permitan dar cuenta de todo el proceso recorrido de la intervención estatal”, adelantó. 

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El Observatorio «Ahora Que Sí Nos Ven»


Dentro de los registros no oficiales, está el Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven” creado en el 2015. Cuenta con información confiable y que se actualiza en forma mensual. Sus datos son elaborados a partir del análisis de medios gráficos y digitales de todo el país, con distintas alertas relacionadas a femicidios o muertes violentas de mujeres. Cada caso será incluido una vez que confirmen la información con, al menos, tres publicaciones diferentes. 

Raquel Vivanco, presidenta del Observatorio, destacó que la importancia de los datos está en mostrar la magnitud de la violencia machista, ante la falta de registros oficiales unificados. “Detrás de cada femicidio hay una historia de vida truncada, hay hijos huérfanos, hay familias destruidas. Los números revelan que nos matan quienes dicen querernos, principalmente hombres de nuestro círculo íntimo, los padres de nuestros hijos, familiares, etc. 6 de cada 10 femicidas eran pareja o ex pareja de las víctimas. También revelan la ausencia del Estado: entre el 16 y el 18% de las víctimas había denunciado previamente a sus agresores y el Estado no resguardó ni su seguridad ni su vida”, detalló.  

“Si las organizaciones podemos construir registros con los escasos recursos que tenemos es increíble que en todos estos años no se haya podido construir un registro único de femicidios por parte de los tres poderes del Estado, lo que revela que los derechos humanos de las mujeres nunca fueron prioridad del gobierno”

Raquel Vivanco, presidenta del Observatorio

Además, Vivanco cuestionó que los femicidios no pueden abordarse como cualquier otro homicidio cuando las causales principales tienen que ver con la desigualdad que se sigue sosteniendo”, en referencia al anuncio de la titular de Seguridad, Patricia Bullrich sobre la baja de femicidios.  

Por otra parte, “a diez años de la sanción de la ley 26485 (de Protección Integral para prevenir sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres) no hay patrocinio gratuito a las víctimas, no se fortalecieron las áreas locales y los servicios de asistencia, no se desarrollaron campañas de sensibilización y tampoco se construyeron estadísticas que puedan dar cuenta de la problemática de la violencia machista”, cuestionó Vivanco.  

También apuntó contra la «ínfima” asignación presupuestaria para el Instituto Nacional de las Mujeres, órgano de aplicación de la ley, que este año fue de solo $11 por mujer.  “No se ha garantizado la transversalidad de las políticas públicas. No se han promovido políticas para garantizar la autonomía económica de las mujeres, mucho menos para garantizar paridad en el ámbito laboral. Tenemos una tarea urgente que hacer para revertir esta realidad basada en la desigualdad”, aseguró.  

Quienes elaboran los registros oficiales y no oficiales consultados por “Río Negro” coinciden en que los números no alcanzan para contar la complejidad de la violencia de género pero son un punto de partida indispensable para visibilizar sus múltiples formas, diseñar políticas públicas, poder evaluarlas y asignar recursos. Todas tareas urgentes para que Mabel y todas las víctimas de la violencia de género puedan vivir en libertad, un derecho que el Estado debe garantizar de una vez por todas.   

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Estadísticas en la región. Neuquén y Río Negro, un escenario dispar 


La Ley nacional 26485 (de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres) fue promulgada en el año 2009. Tanto Río Negro como Neuquén adhirieron oportunamente. En 10 años la cifra de femicidios no sólo no mermó, sino que fue en aumento, y además el Estado Nacional no dio grandes muestras de medidas concretas para erradicar la violencia y con ello ha arrastrado de alguna manera a los estados provinciales. Pese a ello el escenario se presenta dispar en la región.  

En Neuquén, la Legislatura sancionó en 2013 la ley 2887 que creó el Observatorio de Violencia contra las Mujeres (OVM). El primer informe del organismo fue publicado en 2016. En aquel momento midió solo los meses de agosto a octubre. En su último documento divulgado hizo un análisis interanual -2017 y 2018- de las series estadísticas. 

La función del OVM es la de recolectar, producir, registrar y sistematizar datos de toda la provincia para el diseño, implementación y monitoreo de las políticas públicas tendientes a la prevención y erradicación de la violencia machista. Procesa los registros administrativos de lo que denomina fuentes primarias: la policía, el ministerio de Salud, el de Desarrollo Social, el Centro de Atención a la Víctima del Delito, el ministerio de Gobierno, la secretaría de Trabajo y municipios. Próximamente se incorporarán las denuncias judiciales. 

La periodicidad con la que se publican los datos ha variado considerablemente. Por ejemplo, recién en diciembre estarán disponibles las cifras de 2019. 

En Río Negro, la Ley 4845 creó el Observatorio de la Violencia contra las mujeres, en el ámbito del Consejo Provincial de la Mujer, pero hasta el momento nunca se implementó. Además, “las partidas destinadas a programas de género se redujeron un 25% en 2017 y un 50% en 2018, con subejecuciones sobre los recortes. El presupuesto asignado al Consejo de la Mujer en 2017 sufrió un recorte del 40%, del cual se sub ejecutó un 18%”, señaló un estudio del Centro de Estudios Patagonia. 

El Poder Judicial rionegrino, además de llevar el registro de femicidios, cuenta con estadística propia a partir de las denuncias por violencia familiar. Hasta junio del 2019, suman 5.153 las denuncias judiciales que se recibieron en los 13 juzgados de familia y 49 juzgados de paz distribuidos en el territorio provincial.  

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Por qué se celebra el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer 


El 25 de noviembre de 1960, tres mujeres fueron brutalmente asesinadas en República Dominicana. Eran las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, activas militantes contra el régimen de Rafael Trujillo. El crimen fue uno de los detonantes de la caída del dictador.

Conocidas como “las mariposas” se convirtieron en un símbolo de la lucha contra la violencia de género. El objetivo de este día no solo es llamar la atención sobre la desigualdad, la discriminación, los femicidios y las distintas formas de violencia machista, sino también reclamar la implementación de políticas públicas para prevenirla y erradicarla. 



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