Villa Mascardi: historia de un conflicto que sigue escalando

La toma en 2017 de tierras de Parques por un grupo mapuche derivó en un intento de desalojo que dejó un muerto y causas judiciales que avanzan poco. La política complicó en vez de dar soluciones y la tensión crece. Los Jones Huala y  la “machi” que demarcó el “territorio sagrado”. El temor de los 60 vecinos y operadores turísticos de un lugar paradisíaco.

A principios de noviembre de 2017, un guardaparques advirtió en una recorrida que el acceso a un predio, conformado por dos lotes pertenecientes a Parques Nacionales en Villa Mascardi, estaba bloqueado con una tranquera precaria confeccionada con ramas y alambres. En el lugar había una bandera con una leyenda: “Territorio mapuche recuperado, Lof Lafken Winkul Mapu”.

Hasta ese momento nadie sabía de la existencia de una comunidad mapuche con ese nombre.

Bariloche 28/03/18 Recuperacion Mapuche (Villa Mascardi). Foto: Marcelo Martinez

El empleado avisó a sus superiores que denunciaron el hecho en la delegación de la Policía Federal de Bariloche.

Nadie imaginó que esa ocupación generaría un espiral de violencia en pocos días, que rompería la tranquilidad que disfrutaban hasta ese momento pobladores y visitantes de Villa Mascardi, que está ubicada a unos 35 kilómetros al sur de Bariloche.

El contexto

En la región cordillerana -y en el país- se hablaba en ese momento de las acciones en Chubut de la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) que la entonces ministra de Seguridad del gobierno nacional, Patricia Bullrich, había declarado como una organización enemiga del Estado. El lonko Facundo Jones Haula era el personaje político del momento. Y Bullrich lo señalaba como el líder de esa organización a la que calificaba de terrorista, por ocupar tierras en esa provincia.

Jones Huala creció en el barrio 169 Viviendas, emplazado en la zona del Alto de Bariloche. Se convirtió en lonko de la comunidad Pu Lof en Resistencia del departamento de Cushamen, en Chubut. En ese lugar ocuparon un campo de 1.222 hectáreas del grupo Benetton, ubicado en Leleque, a unos 230 kilómetros de Bariloche.

A principios de noviembre de 2017, Jones Huala estaba detenido. Desde la cárcel federal de Esquel denunciaba la persecución del pueblo mapuche y llamaba a la resistencia. También a la recuperación de tierras.

La oposición, sobre todo sectores kirchneristas y de izquierda, responsabilizaba al presidente Mauricio Macri por la muerte de Santiago Maldonado, cuyo cadáver habían hallado el 17 de octubre de 2017, en el río Chubut, en las tierras ocupadas por la comunidad de Jones Huala.

Eran días convulsionados en la región cordillerana. Por eso, la toma de tierras en Villa Mascardi encendió la alarma en Bariloche y en el gobierno de Macri.

La investigación

La fiscal federal subrogante Sylvia Little tomó la denuncia de la ocupación del predio de Parques Nacionales y comenzó la investigación. Las pesquisas establecieron que los ocupantes pertenecían a un grupo familiar que había logrado el reconocimiento legal, como la comunidad Lof Colhuan Nahuel, asentado en un lote del barrio Virgen Misionera de Bariloche, a 7 kilómetros del centro, al pie del cerro Otto.

El juzgado Federal de Bariloche estaba a cargo del juez de Neuquén Gustavo Villanueva, que viajaba en forma periódica a esta ciudad. El titular del juzgado local, Leonidas Moldes, estaba de licencia por su cargo en el Consejo de la Magistratura de Nación. Villanueva lo subrogaba.

La investigación avanzó y se tomaron imágenes con un drone en el lugar ocupado, se autorizaron intervenciones telefónicas de los sospechosos, entre otras medidas de prueba, según consta en el expediente del juzgado Federal de Bariloche. Además, la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB) radicó otra denuncia por interrupción del suministro eléctrico. Las sospechas apuntaron a los ocupantes.

El homicidio de Nahuel

Little solicitó un allanamiento en el predio y el 23 de noviembre de 2017 se practicó el desalojo por orden de Villanueva. El gobierno nacional y Bullrich facilitaron las fuerzas federales.

En ese procedimiento, detuvieron en el lugar a 6 mujeres mapuches, algunas adolescentes. Otros de los ocupantes escaparon hacia los cerros. Entre las detenidas había una adolescente que se identificó como la machi de la comunidad.

En la Argentina (Puel Mapu, como la identifican los mapuches) no había ninguna machi hasta ese momento. Señalan que las que había hasta el siglo XIX fueron exterminadas en llamada la Conquista del Desierto.

Mapuches que hablaron en reserva con Río Negro explicaron que convertirse en machi demanda un proceso que lleva años. Contaron que debe haber otro/a machi para guiarla. “No se prepara de la noche a la mañana”, observaron. Un requisito fundamental es que la persona debe hablar mapuzungun “para comunicarse con la naturaleza”. Comentaron que actualmente solo en Chile hay machis.

El 25 de noviembre de 2017, albatros de Prefectura Naval, que patrullaban el predio desalojado por orden del juez, interceptaron a un grupo de mapuches en la montaña. Entre ellos estaba el joven Rafael Nahuel, que recibió un proyectil calibre 9 milímetros por la espalda y cayó herido de muerte. También sufrió heridas Joana Micaela Colhuan (que era soldado voluntaria en la Escuela Militar de Montaña de Bariloche) y Fabián Coña, que escaparon.

Rafael, herido de muerte, fue auxiliado por Fausto Jones Huala (hermano menor de Facundo Jones Huala) y Lautaro Alejandro González, que lo bajaron hasta la ruta nacional 40 sur, donde el joven murió la tarde del 25 de noviembre de 2017. Tenía 22 años y era hijo de una humilde familia del barrio Nahuel Hue.

El homicidio de Nahuel aumentó la tensión en Villa Mascardi y sectores opositores, sobre todo kirchneristas y de izquierda, que responsabilizaron a Macri y su ministra de hierro. Bullrich defendió el accionar de los albatros y sostuvo la teoría de que Nahuel murió durante un enfrentamiento. Tras el crimen del joven mapuche, Villa Mascardi no volvió a tener paz.

Apoyos

Al contrario, los mapuches de la comunidad Lafken Winkul Mapu permanecieron en el predio tomado y recibieron el apoyo político, sobre todo, de dirigentes y organizaciones vinculadas al kirchnerismo. Alegaron que no abandonarían el lugar porque era parte de la recuperación del territorio ancestral y además se trataba de un espacio sagrado elegido por la machi. En ese momento, recibieron respaldo de organizaciones y comunidades mapuches de la región que se solidarizaron tras el homicidio de Nahuel.

Mujeres y niños participan tambien de la Ocupación en el Mascardi

Fausto Jones Huala y González fueron detenidos y acusados por el delito de usurpación. Villanueva los indagó y liberó a mediados de diciembre de 2017. Los dos jóvenes fijaron domicilio en el kilómetro 1.848 de la ruta nacional 40, en el Lof en Resistencia de Cushamen. Aunque después sus defensores particulares informaron que Jones Huala tenía su domicilio en el barrio 169 Viviendas de Bariloche y González en el barrio Badén 1 de Esquel.

Los jóvenes de la comunidad optaron por ocultar sus rostros y radicalizaron su posición. Comenzaron los cortes de la ruta nacional 40 en Villa Mascardi. También, los primeros hechos de vandalismo. Villanueva siguió un año más al frente del juzgado Federal de Bariloche. No resolvió la situación procesal de los 5 albatros imputados en la muerte de Nahuel. Tampoco la causa por la usurpación de Villa Mascardi.

Los procesamientos

Moldes retomó a finales del 2018 el control del juzgado de Bariloche y en enero de 2019 procesó a los albatros como coautores del delito de homicidio agravado por el uso de armas de fuego, cometido con exceso en la legítima defensa. Aunque señaló al albatros Francisco Javier Pintos como el principal sospechoso de haber efectuado el tiro que supuestamente mató a Nahuel.

Además, Moldes procesó a 8 miembros de la comunidad Lafken Winkul Mapu por el delito de usurpación.

También procesó con preventiva a Fausto Jones Huala y González por los delitos de resistencia a la autoridad agravada por haberse cometido con armas y usurpación del predio de Villa Mascardi. Todos apelaron.

A mediados de marzo de 2019, Jones Huala se entregó a la Justicia Federal y acordó con la fiscal un juicio abreviado en el que admitió haber cometido el delito de resistencia a la autoridad, agravado por el uso de armas, y aceptó la pena propuesta por Little.

La jueza Federal subrogante Silvina Domínguez (de Zapala) admitió el acuerdo y lo condenó a 6 meses de prisión en suspenso y recuperó la libertad. En cambio, González hasta hoy sigue prófugo.

Más hechos violentos

Mientras las causas penales deambulaban por el laberinto de la Justicia Federal, los hechos de violencia se sucedieron y la vida se complicó para varios pobladores de Villa Mascardi.

El miedo se esparció como una mancha de aceite y nada volvió a ser como antes. El viejo hotel de Villa Mascardi, que décadas atrás fue orgullo de Parques Nacionales, quedó en ruinas. Y varios vehículos de Parques Nacionales abandonados en ese espacio fueron desmantelados.

La ocupación avanzó hacia terrenos lindantes.

La propiedad La Escondida cayó a finales de enero de 2018. Según la denuncia del propietario Juan Fergus Grehan y su esposa en la Justicia Federal, el predio fue usurpado la noche del 23 de enero de 2018.

Dijo que un conocido le había avisado que habían colocado carteles con la leyenda “prohibido pasar-territorio mapuche LKM”.

El gobierno de Macri no intervino más en el conflicto de Villa Mascardi. Se conformó con extraditar a mediados de septiembre de 2018 a Facundo Jones Huala a Chile, donde fue condenado y encarcelado.

Los hechos de vandalismo, daños por incendios de cabañas y de maquinaria vial y agresiones continuaron.

El exgobernador de Río Negro Alberto Weretilneck comulgó por esos tiempos con la teoría de Bullrich y la RAM. No hizo reclamos enérgicos a Nación cuando era gobernador para resolver el conflicto. Hoy como senador pide soluciones urgentes.

Otro gobierno

Tras el cambio de gobierno en diciembre pasado, el problema de Villa Mascardi le explotó al gobierno de Alberto Fernández.

Los dirigentes kirchneristas que apoyaban a la comunidad Lafken Winkul Mapu ahora tomaron distancia. Varios son hoy funcionarios.

A diferencia de otras comunidades, los jóvenes de la Lafken Winkul Mapu no son muy afectos al diálogo y tampoco simpatizan con las estructuras de los partidos políticos.

El gobierno de Arabela Carreras reclamó a Nación una solución. Advierte que el conflicto se desarrolla en tierras de jurisdicción federal, pero los vecinos de Villa Mascardi critican por igual a Nación como al gobierno de Río Negro por la inacción. Tampoco se salva la Justicia Federal ni provincial.

Fuentes judiciales informaron esta semana que en la fiscalía federal de Bariloche se tramitan 3 causas vinculadas con el conflicto en Villa Mascardi.

Una es por la usurpación del predio de Parques Nacionales, que se acumuló con la toma del predio La Escondida; la segunda por la usurpación del hotel y, la tercera, por la usurpación del predio ex Gas del Estado. Aseguraron que las demás denuncias por usurpaciones se tramitan en Justicia provincial.

Fiscales expulsados

En el Ministerio Público Fiscal de Bariloche hay unas 17 causas por denuncias de amenazas, daños y agresiones en Villa Mascardi. Ninguna avanzó.

Los fiscales alegan que no pueden identificar a los posibles autores de los hechos denunciados porque actúan encapuchados y de noche. Afirman que cuando la fiscal Silvia Paolini y funcionarios judiciales quisieron poner un pie en la ocupación los mapuches los sacaron a piedrazos a finales de mayo pasado.

La causa principal por la usurpación del predio de Parques y de la Escondida aún no fue elevada a juicio a pesar de que pasaron más de dos años y medio. Sigue en el juzgado de Bariloche.

Mientras que la causa por el homicidio de Nahuel quedó congelada a la espera de una pericia balística encargada al Cuerpo de Investigaciones Fiscales del Ministerio Público de Salta, junto a los expertos designados por la querella y la defensa de Pintos, que sigue imputado en la causa, aunque la Cámara Federal de Apelaciones de Roca le dictó en febrero pasado la falta de mérito.

Recrudece el conflicto

El 31 de julio pasado, el secretario de Articulación Federal de Seguridad del gobierno nacional, Gabriel Fuks, aterrizó en silencio en Bariloche con una delegación de funcionarios y se reunió con los mapuches y sus abogados, en el predio ocupado en Villa Mascardi. Se acordó una mesa de diálogo durante 60 días.

“Los dirigentes mapuches plantearon una y otra vez que reivindican las ocupaciones y reivindicarán y harán suyas las que se produzcan en el futuro porque entienden que es un derecho ancestral que les corresponde”, informó el abogado de la Gremial Virgilio Sánchez tras el encuentro.

“Los dirigentes aclararon que no irán contra las ciudades pero que los territorios ‘del campo’ serán sujetos y/u objeto de eventuales recuperaciones de su territorio”, manifestó el abogado.

El interior de una cabaña fue alcanzada por el fuego en Villa Mascardi. Gentileza

Dos días después de ese encuentro, manos anónimas intentaron incendiar la cabaña La Cristalina de Diego Frutos, que se encontraba en Buenos Aires. Después, hubo denuncias de agresiones y varios pobladores acusaron a los mapuches y perdieron la paciencia. El nivel de confrontación entre los sectores escaló y Nación y Carreras tuvieron que intervenir para calmar los ánimos.

La gobernadora tuvo que poner la cara el sábado frente a cientos de manifestantes que estaban dispuestos a llegar a Villa Mascardi para repudiar la ocupación mapuche y exigir el cese de la violencia. Un cordón policial impidió que la caravana llegara a su destino.

La gobernadora Arabela Carreras se reunió con los vecinos de Villa Mascardi. Foto: gentileza

Carreras dialogó con los manifestantes y se comprometió a gestionar ante Nación una respuesta. Por eso, viajó de urgencia el lunes a Buenos Aires y se reunió con el jefe de Gabinete de ministros de Nación, Santiago Cafiero, y las ministras de Seguridad, Sabina Frederic, y de Justicia, Marcela Losardo. Acordaron unificar el discurso y hablar de diálogo. También, bajar los decibeles.

El Ministerio de Seguridad de Nación resolvió enviar unos gendarmes, que se ubicaron a unos 10 kilómetros de Villa Mascardi.

Comunidades: cauto silencio

Comunidades mapuches de la región no han expresado apoyos a los Lafken Winkul Mapu. Mantienen un cauteloso silencio. Casi todos tienen buen diálogo con Parques y participan del comanejo en sus territorios.

Pero la comunidad Lof Wiritray de Villa Mascardi salió a denunciar abiertamente el accionar violento de los mapuches de la Lafken Winkul Mapu. Tampoco las comunidades se han movilizado en defensa de la machi, que hoy tiene 19 años.

Tras los días convulsionados que se vivieron la semana pasada, hay una tensa calma en Villa Mascardi. Pero todos saben que solo es necesario que alguien encienda la mecha para que vuelva la violencia.


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