Viaje a Cuba: Trinidad, donde se escucha el latido de los corazones
Segunda escala en la isla caribeña. A 330 km de La Habana, un puñado de manzanas dan forma a un cálido pueblo con 500 años de historia, declarado Patrimonio de la Humanidad. Una de las ciudades más interesantes, que se puede conocer en apenas dos días de caminata.
Textos y fotos: Ricardo Kleine Samson / ricardo.kleine@ricardokleine.com.ar
El sonido comprime el aire y se propaga en ese mismo medio en forma de ondas, como la luz, a unos 1300 km por hora. En el vacío no puede propagarse porque, burdamente explicado, no tiene de donde agarrarse como si lo tiene en el aire de Trinidad.
Así, la voz de María llega hasta la otra cuadra para avisarle a su vecina que ya está en la vereda y que tienen muchas cosas de que hablar, al tiempo que choca con los sonidos de las bocinas que todos tocan en la esquina para no chocar entre sí, mientras rebota en los sonidos del furioso grito del gol que acaban de festejar esos niños cuando su pelota irrumpió felizmente el arco contrario y el pregón del lechero se mezcla en la voz de todos para llegar a cada rincón de la ciudad.
Así es Trinidad, el aire está tan lleno de vida que hasta que el sonido parece viajar más rápido y si hasta se llega a escuchar la alegría de cada corazón latiendo con tanta fuerza que emociona. Trinidad ya tiene 500 años y está declarada Patrimonio de la Humanidad.
Aún conserva el empedrado que los conquistadores colocaron en aquel entonces y guardan, dicen, los secretos y las historia que todavía nadie conoce.
Es un pueblo chiquito, de apenas algunas manzanas y que se puede conocer en apenas dos días de caminata para cruzarse con el que entrega la leche en su carro de caballo, el que vende pan, frutas o verdura, con el que canta, con el que borda, con quienes se bañan bajo la lluvia celebrando su frescura o con el que sea… todo el pueblo está vivo y se escucha a sí mismo en el sonido de todas sus elocuentes voces.
Y, a la tardecita, cuando el sol se pone por el imponente Caribe, empieza a viajar por el mismo aire en que lo hacía la voz de María, de los niños o las bocinas, un lejano sonido que, de a poco, se va convirtiendo en música y, sin que la pueda detener, se me empieza a mover lo que aún me queda de cintura… Escuche, escuche… es la salsa caribeña, su tambor, su trompetita, sus maracas que viajan desde allá arriba y, entonces, es hora de ir a bailar.
Trinidad se encuentra a unos 330 km de La Habana y es una de las ciudades más interesantes y folclóricas para conocer de Cuba. Se puede ir en taxi y negociar el precio, en ómnibus, que son muy buenos y lo puede contratar por internet o directamente en la terminal de La Habana u otra, tarda aproximadamente 5 hs. y hace dos paradas de 15 minutos, el costo es de aprox. 25 CUC, si son más de dos pueden negociar con un taxi y les saldrá más barato. La empresa se llama Viazul.
Si va alquilar un auto, hágalo desde aquí, allá es mucho más difícil conseguir.
Para el consumo diario los turistas deben usar el CUC como moneda que equivale a un dólar. En cualquier lugar de Cuba le cambian 1 dólar por un CUC, pero en el banco le descuentan un 20%. En cambio, si lleva euros, en el banco le dan 1,08 CUC, pero no lo puede cambiar en la calle. Ir aun banco implica 1 hora de espera, aunque haya dos personas adelante. Esté atento a que no le den moneda nacional que solo usan los cubanos y que no la podrá usar, que el billete diga CUC o peso convertible. Si va al banco, no olvide el pasaporte.
A diferencia de La Habana la mayoría de los restoranes son accesibles y de muy buena calidad, sabiendo que la comida depende del pescado, el cerdo, el pollo y el arroz.
Hay muy pocos hoteles y muy buenas casas de familia que han convertido su hogar en pequeños hoteles donde, inclusive sirven desayuno y/o almuerzo y cena. Siempre conviene consultar las opiniones de los turistas en Airbnb o Booking antes de contratar alguna, pero son muy recomendables.
Internet, es un tema. Se debe comprar una tarjeta en lugares habilitados al precio de 1 CUC la hora y luego, con esa tarjeta, se debe ir a alguna plaza que tenga Wi Fi, a veces funciona, a veces no. Muy poco alojamiento tiene Wi Fi, pero hay.
Y, por último, no se olvide absolutamente nada personal, remedios, pañuelos, desodorante, dentífrico, etc. Allá, por el bloqueo imperialista, en muy difícil conseguir algo. Trinidad hay un mayor y mejor surtido de productos que en La Habana. No consuma agua de la canilla, ni aun hervida. Lleve ropa muy liviana, pantalón corto, remeras… no más, jamás se pondrá un buzo, no cargue de más la valija. La corriente es de 110 voltios y los enchufes de dos patas planas. Puede pasear a cualquier hora del día y de la noche y por cualquier lugar sin que le pase nada, es segurísima.
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