Veinticinco años de aciertos y errores de Crónica TV
En su libro “Fue primicia”, el productor y periodista Marcelo Figueroa cuenta la historia de la señal.
Con un formato que rompió la asepsia de los noticieros tradicionales y apostó a una sagaz conexión con las fuentes policiales para garantizar primicias constantes, hace 25 años debutó en las pantallas Crónica TV, el canal que lideró el rating por años a fuerza de “placas rojas” y que reformuló al resto las señales informativas, según analiza el periodista Marcelo Figueroa en su libro “Fue primicia”.
Crónica TV estrenó pantalla en enero de 1994 con una agenda de 24 horas en vivo atípica para el rubro en temática y en estética: una escenografía entre minimalista y anticuada, escasa presencia de actualidad política y por el contrario gran despliegue de hechos policiales o insólitos relatados por sus protagonistas, muchas veces apostando al contraste entre lo dramático del episodio y lo bizarro del contexto.
Aún así, ningún canal de noticias podría haber revolucionado a sus rivales si hubiera optado por renunciar al insumo central del rubro, la primicia. Y ahí fue donde la señal demostró rápidamente su destreza para informar antes que sus competidores, como lo logró con el anuncio del robo millonario al Banco Río de Acassuso, el suicidio de Alfredo Yabrán, la muerte de Carlos Menem Jr y del cantante Rodrigo o la internación por sobredosis de Diego Maradona en Uruguay, entre tantos otros hitos.
Desparpajo, buen olfato periodístico y una amplia red de informantes: así condensa el autor de “Fue primicia” (Ediciones Continente) la fórmula que Héctor García echó a andar para este desprendimiento del diario homónimo que enseguida alcanzó identidad propia y llevó a las otras señales a copiar algunos de sus recursos, versiones más o menos camufladas de esos titulares con tipografía blanca sobre fondo rojo que se transformaron en la postal icónica del canal, las célebres placas rojas.
P- Crónica TV se constituyó en un hito con su manera de encarar la información ¿Cómo impactó en el resto de los medios?
R- Cuando Crónica irrumpe en la televisión lo hizo con un formato novedoso para la Argentina: las coberturas en vivo y en directo durante las 24 horas. Si bien hacía meses que ya estaban en la grilla del cable TN (de Canal 13), CVN (América) y Red de Noticias (Telefe), sólo emitían en vivo hasta la medianoche y después repetían programas emitidos durante el día.
El canal de García, sin embargo, tenía equipos y presentadores durante toda la madrugada. Eso, sumado al formato de placas rojas con primicias impactantes, le dio una ventaja sobre el resto de sus competidores y fue uno de los factores que le permitió liderar la audiencia del cable durante años. Otro aspecto que influyó en el resto de los canales informativos fue el tipo de coberturas y el modo de anunciar las noticias: Crónica lo hacía a los gritos, priorizando los policiales. Y en ello también marcó tendencia. Hoy los noticieros, incluso los de los canales de aire, tienen en su staff columnistas de policiales y los crímenes y los hechos de inseguridad dominan la agenda.
P- La apelación al absurdo de ciertas noticias fue uno de los sellos distintivos del canal ¿Ese “inverosímil” está mucho más presente de lo que suponemos en la realidad?
R- Definitivamente. De hecho es a lo que apelan constantemente los redactores de Crónica a la hora de publicar las placas rojas o los productores cuando deben elegir a dónde enviar sus cámaras. Así convirtieron en clásicos de esa pantalla las coberturas, por ejemplo, sobre apariciones de “hombres gato” o “pitufos”, personajes bizarros, los cumpleaños número 100 de los abuelos, o la cuenta de los días que restan para que llegue la primavera.
P- La agenda social está atravesada por lo que se conoce como “la era de la posverdad”
¿Las placas rojas se anticiparon a este fenómeno en tanto fueron acaso las primeras que filtraron un componente emotivo o subjetivo en las noticias?
R- Fue otro de los condimentos que explican el éxito de las placas, que destacaban siempre el costado inverosímil de la noticia, como aquella placa que consignó: “Asaltan, golpean salvajemente a anciana y le comen la pastafrola”.
Ese drama efectivamente existió y Crónica decidió poner el foco en ese detalle absurdo que cualquier otro medio hubiera omitido o informado al pasar.
Lo mismo ocurre cuando se trata de informaciones políticas: a la placa irá siempre aquello que los redactores entiendan que captará más la atención de sus televidentes y buscará la reacción de ellos.
Así, entonces, sin diplomacia se animarán a titular: “Cumbre de los no alineados. Raúl Castro propuso hacer la “ola” en foto oficial”.
O “Cavallo preso. Está angustiado. Sufre ataque de gula. Pide comida a toda hora. Cenó pata de cordero a la calabresa con abundante pan y vino”, cuando el ex ministro de Economía fue arrestado en la causa por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.
P- ¿Crónica TV tiene más de un tipo de target?
Se podría pensar en un público aficionado a cierto sensacionalismo pero también en un tipo de espectador que puede “relamerse” con esa manera irónica y a veces bizarra de leer la realidad?
R- Sí, como medio popular que es, contaba entre sus seguidores a un público heterogéneo, atraído por el aspecto más sórdido y lúgubre de la realidad, aquellos que seguían los detalles de las coberturas policiales con el morbo propio de quienes se detienen en la calle ante un accidente de tránsito, pero también a los que depositaban sus esperanzas en los sorteos de la quiniela o a aquellos que se deleitaban con los recitales de Sandro, Pimpinela o el Potro Rodrigo.
Más acá en el tiempo, el canal cautivó a un público más joven, que esperaba las placas bizarras y las replicaba después las redes sociales.
A 25 años de su emisión fundacional y a pesar de la partida de su fundador, Crónica TV ofrece algunos cambios en su programación pero mantiene inalterable la estética de las placas rojas y su reivindicación de la consigna “Firme junto al pueblo”, una marca identitaria que trazó su agenda y sus interlocutores a lo largo del tiempo.
Télam
Con un formato que rompió la asepsia de los noticieros tradicionales y apostó a una sagaz conexión con las fuentes policiales para garantizar primicias constantes, hace 25 años debutó en las pantallas Crónica TV, el canal que lideró el rating por años a fuerza de “placas rojas” y que reformuló al resto las señales informativas, según analiza el periodista Marcelo Figueroa en su libro “Fue primicia”.
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