Vacunas y dirigencia política: el caso de Lara Arreguiz
La muerte de Lara Arreguiz, una joven de 22 años que vivía en la ciudad de Esperanza, Santa Fe, estudiante de veterinaria, muestra por un lado la alta capacidad mortal del virus y por otro lado la falta de medios esenciales para atender con éxito la enfermedad.
Desde el momento en que Lara detecta los primeros síntomas hasta su muerte transcurren sólo 9 días, no obstante de tratarse de una mujer joven que hacía gimnasia y a pesar de ser insulinodependiente, su actitud cotidiana hasta el día en que se descompensa aparece como un período de tiempo breve. Sin duda la enfermedad de base que padecía contribuyó al desenlace fatal, pero fue decisivo a criterio del suscripto la falta de medios sanitarios adecuados para enfrentar la grave dolencia y una pizca de diligencia que el caso requería. El sistema de salud argentino tiene que tomar conciencia plena de la extrema peligrosidad del virus que lleva a que tres de cada cuatro enfermos de Covid que se internan en UTI mueren por día y el órgano político, esto es el Poder Ejecutivo, debe sacudir su modorra y traer al país con rapidez los millones de dosis de vacunas que salvarían la vida de los que hoy se mueren.
No es una ilusión. EE.UU, Israel, Nueva Zelandia y otros países lo han conseguido con sorprendente éxito.
Héctor Luis Manchini
DNI 7.779.947
Zapala
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