Vaca Muerta: acordaron dónde se montará cada uno de los 14 sismógrafos
Las autoridades de Neuquén, el Inpres y el Conicet determinaron los puntos a colocar y la tecnología que se utilizará. Ahora comienza la etapa de determinar el presupuesto y reunir los fondos para la importación de los artefactos que permitan monitorear con precisión lo que ocurre en la zona petrolera pero también en las ciudades cercanas como Neuquén.
Luego de largos meses de análisis, finalmente las autoridades del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) y la Oficina Presidencial de Tecnologías de la Información y Comunicación (OPTIC) del gobierno neuquino acordaron dónde se ubicará cada uno de los sismógrafos destinados a monitorear lo que sucede en Vaca Muerta y en Neuquén.
En total serán 14 los equipos que se colocarán, casi una decena menos de lo que inicialmente se había planteado, pero con la posibilidad de poder ampliar esa red en un futuro, cuando el desarrollo de la actividad hidrocarburífera se extienda.
El avance se da a dos semanas de que se registrara una serie de sismos en Neuquén, uno de los cuales llevó a que la firma Shell suspendiera por tres días sus trabajos de fractura en Vaca Muerta hasta garantizar la seguridad de sus operaciones.
“Fue un trabajo largo, en el que se evaluaron cuáles podían ser los mejores puntos para la instalación de los artefactos. Esa red está establecida ya y también se definió el tipo de equipos que se usarán, en un análisis del cual participaron expertos extranjeros que tienen mucha más experiencia”, indicó el subsecretario de Energía, Minería e Hidrocarburos de Neuquén, Gabriel López.
La red de sismógrafos permitirá cubrir la zona de actividad hidrocarburífera actual, cubriendo áreas como Añelo e incluso hacia el norte como Rincón de los Sauces. Pero López detalló que también habrá una cobertura especial de la ciudad de Neuquén.
Shell reanudó las actividades en Vaca Muerta
“Se va a monitorear en forma especial la ciudad de Neuquén porque dos irán más cerca de la ciudad para poder observar lo que pueda ocurrir en el gran ejido urbano”, indicó López y remarcó que “los equipos tendrán una ubicación que permita que tengan conectividad para minimizar el grado de error”.
Es por esto que la definición de los equipos fue otro punto clave, en el cual intervinieron especialistas del Conicet. “Se definió el tipo de conectividad que será vía satelital al principio y en más de un año, si hay tecnología 4g suficientemente dura, estos equipos pueden migrar a esa conexión telefónica”, indicó López y precisó que los sismógrafos seleccionados son de marca Trilliun Compact de 120 segundos.
La ubicación de los equipos y el tipo de equipos seleccionados no es un factor menor, dado que López explicó que “deben tener una cercanía determinada porque se van conectado uno con otro, si uno falla otros dos deben poder conectarse”. Pues de lo contrario sucede como ahora que se cuenta con información pero parcial e imprecisa.
El siguiente paso está en marcha y es la definición del presupuesto para la compra de los equipos que se deben importar y que se fabrican a pedido y también el presupuesto de las obras civiles para su montaje. En este punto el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) tendrá un rol de articulador con las empresas para gestionar esos fondos.
“La semana que viene esperamos tener el presupuesto y luego iniciar el proceso de importación, son equipos que se tienen que encargar a fábrica y eso demorará”, indicó López y agregó que “se incorporó a este trabajo la subsecretaría de Hidrocarburos de Nación, lo cual es muy bueno para esta etapa de importación”.
Hasta el momento se habían montado dos sismógrafos, uno en Añelo y otro en Sauzal Bonito, por lo cual los nuevos equipos de moderna tecnología garantizarán información local e inmediata resultante del análisis de eventuales movimientos sísmicos que puedan registrarse en la zona.
El proyecto es una iniciativa de la provincia de Neuquén que comenzó hace varios meses con miras a optimizar estas mediciones así como todos los aspectos que permitan el mejor desarrollo de las industrias clave en la región.
“En la zona tenemos embalses artificiales, pozos sumideros, fractura hidráulica y es una zona sísmica, por eso hay que estudiar seriamente lo que está pasando, con objetividad y certidumbre”, remarcó López.
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