Una vieja costumbre que volvió: mirar fotos en familia
Con la intención de rememorar tiempos mejores y volver a sentir emociones positivas, muchas familias retomaron el hábito de repasar álbumes de fotos. La nostalgia no siempre equivale a melancolía...
La costumbre de repasar álbumes volvió en pleno aislamiento. (Foto: Gonzalo Maldonado)
“Hay recuerdos que no voy a borrar, personas que no voy a olvidar…” rezan las primeras líneas de Brillante sobre el mic, aquel tema de Fito Páez lanzado en 1992 pero que pareciera estar en parte dedicado a lo que sucede hoy. Tras más de 50 días de cuarentena, la nostalgia ha pasado a ser protagonista en el día a día.
“Nadie sabe cómo va a cambiar nuestra vida”
Como si se tratara de una carrera, donde el cansancio aumenta a medida que se acerca la línea de llegada, algo similar ocurre en estas épocas. Cada vez falta menos para retomar la “normalidad”, pero así también crece la nostalgia y el deseo de revivir aquellas cosas que hasta hace poco considerábamos cotidianas.
Antes de seguir, hay que hacer una aclaración: nostalgia no es melancolía. No implica necesariamente una sensación de tristeza. De hecho, en estos días funciona más bien como generador de sensaciones positivas. Lo mencionó la psicóloga Romanela Paulisich días atrás, cuando hablamos en este mismo espacio de consumos retro: “El volver a épocas anteriores es también una especie de rememoración de nuestra experiencia pasada, y cómo es que nos sentíamos en ese momento”.
Si hay una actividad nostálgica que despierta buenas memorias, sin dudas es el repasar fotografías analógicas.
En estos días, es habitual ver las redes sociales repletas de recuerdos. Muchos usuarios cuelgan imágenes de su infancia, de su adolescencia o incluso de su adultez, pero tiempo atrás. En un momento en el que prácticamente nada de lo que solíamos hacer está permitido, cualquier rememoración de buenos momentos parece ser digna de compartirse.
Para dar un ejemplo, hay varias publicaciones en grupos de Facebook de gente interesada en armar álbumes de fotos. Así también, son varios los que ofrecen sus servicios tanto para revivir fotos viejas como para adaptar e imprimir de forma analógica fotos más actuales.
En Instagram, las fotos de viajes y reuniones con amigos mutaron a publicaciones de la infancia, o a recuerdos cercanos de actividades acompañadas de pedidos de retorno. “¿Cuánto falta para volver a salir?”, “Cómo extraño juntarme con ustedes”, “Que pase esto de una vez” y varias frases más adornan dichas imágenes.
Twitter sigue una tendencia similar. Los “hilos” (publicaciones con varios mensajes) de fotos analógicas son bastante populares estos días.
Claro, la actividad no se limita únicamente a las redes. Quienes están atravesando la cuarentena en familia, seguramente repasaron las fotos y los álbumes al menos una vez en estos casi dos meses de aislamiento social, preventivo y obligatorio.
La nostalgia llegó a punto tal que en los últimos días crecieron notablemente las descargas de aplicaciones que ayudan a “restaurar” o capturar fotos analógicas. Para quienes estén interesados, PictoScanner, Kodak Mobile Film Scanner o PhotoScan (esta última de Google) son grandes opciones.
También están aquellos que deciden directamente utilizar su propio escáner (incorporado en muchas impresoras), o los que directamente capturan las fotos desde el celular, sin importar demasiado la ayuda de una app.
En tiempos de aislamiento, una vieja costumbre como juntarse a recordar épocas pasadas a través de las fotografías analógicas vuelve a tomar protagonismo en las casas de familia.
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