El poder de convocatoria de la Regata sigue intacto

La 43ª edición de la Regata Internacional del río Negro promete ser espectacular. Al menos en cuanto al número de botes, ya lo es.

El Comité Organizador, quien había dado el penúltimo día del 2018 como fecha límite de inscripción, confirmó que la tradicional travesía que se largará el sábado 12, tendrá al menos 134 embarcaciones. Una cifra histórica para la prueba, reafirmando su gran poder de convocatoria.

El número podría crecer ya que los organizadores decidieron extender la fecha de inscripción hasta el domingo 6 . A partir de ahí quedará menos de una semana para el lanzamiento de la prueba, que por tercer año consecutivo se largará desde la Isla Jordán.

La categoría elite, los K-2 senior, tendrán este año una decena de botes en línea de largada, si es que en estos últimos días de inscripción no se suma alguno más. A la cabeza del listado aparecen los inoxidables Néstor Pinta y Martín Mozzicafreddo, múltiples ganadores de la Regata y siempre candidatos.

La histórica dupla tendrá como principales rivales, a al menos cuatro embarcaciones. El neuquino Dardo Balboa, ganador del año pasado, no podrá correr esta vez con su hermano Franco, suspendido por la FAC. Sin embargo, en la previa, su favoritismo no se resentiría ya que su acompañante será Mario Rosas, ganador del K-1 senior en la edición 2018.

Los otros botes a tener en cuanta serán los conformados por Julián Algañaraz y el actual subcampeón del mundo, el húngaro Adrian Boros. Además, la atención estará puesta en lo que realicen en el agua los españoles Iván Alonso Lage y Álvaro Fernández Fiuza, integrantes de la selección española de canotaje de maratón. Alonso Lage ya ganó la Regata, pero lo hizo en K-1 senior. El otro bote zonal con posibilidades de triunfo es el que integran Sebastián Vergauven y Sebastián Jócano.

La categoría más numerosa de la prueba será la tradicionalmente competitiva K-1 senior, que tendrá al menos 22 embarcaciones en línea de largada. Con Rosas ahora en K-2, las principales candidaturas en ser el primer bote individual en llegar a Viedma, recaen en los neuquinos Donato Volpe (Ceppron), Nicolás Salvo (Camioneros La Perla) y Pascual Orellana (Asociación Italiana), quien vuelve al K-1 tras correr en año pasado junto Germán Rickemberg.

En K-2 junior, Damián Pinta (hijo de Néstor) y Federico García Opazo, ganadores en 2018, vuelven a ser el bote a vencer en la categoría donde descansa en futuro del canotaje regional.

Esta edición de la prueba contará con la fiscalización de la Federación Argentina de Canoas y habrá control antidopaje a cargo de la Organización Nacional Antidopaje (ONAD).

Los que irán por la

victoria en la general