Una niñez ultrajada

Claudio Kielmasz vivió el fin de su infancia con toda su familia hacinada en una pieza, en la calle ciega cercana a la escuela de Cuatro Galpones, entre las chacras. A la decadencia económica de la familia sobrevino la decisión de su madre de irse a vivir a Cipolletti. Para él fue un abandono, y la causa de lo que durante años fue su gran secreto. Tenía 11 años cuando apuntó con un arma a dos chicas, antecedente nunca revelado hasta ahora.

Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios

Exit mobile version