Una mirada al voto barrio por barrio en Roca
Las elecciones primarias siguen ofreciendo material de análisis. No sólo para los candidatos y los dirigentes políticos. También para los vecinos es útil bucear entre los números que entregaron las urnas el 12 de septiembre. Siempre es mejor entender por qué aparecerán ahora los que antes no estuvieron, además de estar prevenidos ante posibles premios o castigos barriales, definidos a partir de los resultados en los comicios.
Los recuerdos ya no ganan elecciones
Primer dato importante en Roca: el oficialismo local no superó el 50% de los votos en ninguno de los 15 circuitos que integran el mapa electoral de la ciudad. El techo fue el 47% y se registró en Chacra Monte.
Paso Córdoba, otro barrio rural, también forma parte de la mejor cara para el Frente de Todos en Roca. La lista que llevó la foto del legislador y exconcejal José Luis Berros cosechó ahí el 43,7% de los sufragios.
En el segundo lugar del ranking oficialista quedó barrio Nuevo, con el 44,1%. El dato es auspicioso para el sorismo, porque si bien bajó mucho sus niveles de respaldo en las urnas, hizo pie en el sector más poblado de la ciudad.
Belgrano y alrededores, con el 41,8%, es el otro punto que terminó con cifras aceptables. De ahí hacia adelante, los otros circuitos marcaron cosechas regulares o negativas para la fuerza que gobierna Roca desde el 2003.
Dentro de ese lote hay casos llamativos. Progreso y Malvinas, que en elecciones anteriores se erigió como la zona de mayor respaldo para el sorismo, llegando al 75%, ahora quedó con un 39%.
El otro circuito de la zona de chacras –Mosconi, La Rivera y La Costa– terminó con triunfo oficialista, con un 38% que superó por casi 11 puntos a Juntos Somos Río Negro. Una ventaja cómoda similar, dentro de la victoria general discreta, se dio en La Barda: 35,7% del FdT contra 28,4% del partido del gobierno provincial.
Luego aparecen los escenarios más complejos para el PJ y sus aliados.
Tres circuitos tuvieron victorias ajustadas: Universitario (33% a 29%), Stefenelli (32% a 27%) y Villa Obrera (30,9% a 27,9%).
Y en otros cinco directamente perdió: JSRN ganó en San Cayetano, Bagliani y Quintu Panal; mientras que Juntos por el Cambio se impuso en el Centro y en Romagnoli, donde votan la mayoría de los vecinos de los barrios privados y residenciales del corredor Viterbori.
Estas dos últimas derrotas no son nuevas para el oficialismo local, aunque la zona céntrica siga siendo una preocupación por el volumen de electores que concentra (11% del total de sufragios emitidos en las PASO en la ciudad).
El dato está en los tres circuitos anteriores, conformados por sectores de clase media. Es en esos barrios donde está el voto que Carlos Soria le supo quitar al radicalismo roquense, para fidelizarlo entre el 2007 y aprovecharlo al máximo en el 2011.
Ahí anida el entusiasmo de los que imaginan un frente -más pragmático que ideológico- para conseguir que el poder local tenga alternancia.
Y seguramente por ahí pasará la decisión central del oficialismo mirando a noviembre y al 2023: sale a recuperar ese capital o apuesta todo para potenciar su caudal donde ya sabe que mantiene las adhesiones.
Final abierto, pero con páginas que ya empiezan a escribirse.
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