Una luz amarilla en las jubilaciones


Un debate que incomoda por el matiz de las decisiones que se ponen entre las opciones será el esquema de la caja previsional de la provincia. El MPN utiliza la misma bandera de los gremios en época electoral para posicionarse frente al centralismo y el ISSN es el protagonista.


En un año sin elecciones, quienes conducen las cuentas públicas tienen chances de interpelar a los políticos que resuelven los gastos y no son proclives a prestar atención a los ingresos.

Se encendió una luz amarilla, de alerta, en la caja jubilatoria del Instituto de Seguridad Social del Neuquén, ISSN. Publicó, tarde pero seguro, el balance y determinó que tuvo un rojo de $ 368 millones en 2018. Si se compara esa cifra con el superávit de la caja asistencial, $1.071 millones, el problema no sería preocupante… en el corto plazo. El rojo creció en el 2019.

El decreto de 2016 que se extendió hasta enero del 2017 estableció aumentos de un punto en los aportes personales y las contribuciones patronales. Hubo un equilibrio que permitió respirar aliviados al gobierno y gremios por dos años con 76.254 aportantes y 25.289 jubilados.

La dirección política de la provincia no la tiene fácil y debe buscar mecanismos que impidan que los gremios salten como leche hervida. Es que el ISSN es una bandera que el mismo MPN ayudó a enarbolar dentro de las alforjas del federalismo versus el centralismo. En los 90, la idea rindió frutos porque se logró resistir la nacionalización.

El eslogan de no entregar la caja jubilatoria a la Nación fue usada para ganar votos entre las elecciones PASO y las generales de 2017 donde se impuso Cambiemos y el MPN quedó segundo. Alma Chani Sapag le tocó enfrentar la derogación de la movilidad jubilatoria y recibió críticas de propios y extraños.

Para compensar cierta parte de las pérdidas, durante la gestión de Mauricio Macri se puso en marcha un esquema de “armonización” con el fin de unificar criterios de edad jubilatoria, aportes y contribuciones, un piso en la cantidad de años de aportes y la movilidad.

Solo se cumplió con dos de los cinco puntos y quedaron en el aire la edad, la movilidad y el cálculo de haber jubilatorio. La discusión de una auditoría nacional fue un foco de disputa política de alto voltaje que se sofocó con decisiones políticas tal como indica el protocolo del manual del buen emepenista.

“El déficit se comenzó a notar en las cajas asistencial y previsional”, confió una fuente oficial al indicar que, hasta el 2018, se podía compensar pero el año pasado se complicó con el aumento de las erogaciones y la inflación.

El año que comienza tiene en la agenda la resolución de la negociación con los gremios una vez que se venza el acuerdo de aumentos por inflación. Los gremios son proclives a repetirlo con algunos matices y el gobierno debe surfear entre ese reclamo y la desindexación (montos fijos para frenar la inflación) que estableció la gestión de Alberto Fernández.

¿Qué se puede modificar de la caja jubilatoria para evitar el déficit?

Los gremios están convencidos que nada porque, en todo caso, cuando había pocos jubilados no se hacían aportes patronales y es hora de una reparación histórica. De hecho, hubo un proyecto que presentó la conducción de Carlos Quintriqueo para legislar la rimbombante promesa de Jorge Sapag. Fue cuando esgrimió la idea de hacer un fondo jubilatorio con aportes petroleros y se miraba en el espejo de Noruega con la Statoil que hoy se llama Equinor.

El gobierno asoma tímidamente con algunos temas, en principio, para discutir. Se asume que la edad jubilatoria de 52, 55 y 60, según el régimen, es difícil aunque se dice que podría haber una salida con límites a partir del cual se haga una modificación gradual.

También se sacan cuentas sobre el cálculo del haber jubilatorio. “El jubilado recibe el 98% de lo que cobra el activo porque una vez que accede a la pensión deja de aportar a la caja, es decir que al 82% se le suma lo que se le deja de descontar”, se razonó.

El otro tema para poner sobre la mesa es la separación de las cajas que, según sea la lupa, tiene defensores y detractores.

La luz amarilla se encendió y la manta para taparse tiene visos de quedar corta por las urgencias de Nación.


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