Una guía para comprender el desarrollo del lenguaje infantil
Verónica Maggio es autora de “Comunicación y lenguaje en la infancia", de reciente publicación. En esta entrevista con Río Negro, revela aspectos notorios en el habla de los más chicos y de las responsabilidades de padres y docentes en su desarrollo.
Por Verónica Pedrosa
En estos días de confinamiento en familia en los que la comunicación se ha vuelto imprescindible, se hacen notorias las habilidades y debilidades que los más chicos tienen para expresarse y comprender, por lo que no son pocos los tutores y profesionales que recurren a los libros en busca de información sobre cómo evaluar el grado de desarrollo del lenguaje de los niños y cómo actuar frente a sus dificultades.
Uno de los más consultados en este momento es “Comunicación y lenguaje en la infancia. La guía para profesionales y familias” (editado en marzo por Paidós), de la licenciada y doctora en Fonoaudiología Verónica Maggio, quien se desempeña en esta profesión hace casi 30 años. “Originalmente, ingresé a la carrera porque me interesaba el tema de la voz, pero luego, en el transcurso de la misma, noté que me gustaba especialmente el tema de lenguaje infantil”, sostiene la especialista en la entrevista con RÍO NEGRO, haciendo hincapié en la importancia de estudiar un recurso esencial en nuestra vida como el lenguaje, que es el que nos permite vincularnos socialmente, acceder a la información del mundo a través de su uso, regular la conducta y es la herramienta que durante la niñez nos ayuda a hacer crecer el pensamiento.
Pero la adquisición y el desarrollo de esta habilidad no se dan de la misma manera en todas las personas, actualmente se estima que un 7% de la población infantil presenta un trastorno específico del lenguaje (TEL), cuyos síntomas y las necesidades de apoyo varían en función de la edad y del contexto, y perjudica las habilidades subsidiarias como la lectoescritura, las relaciones sociales y el desarrollo del pensamiento. Es común encontrar niños a los que no se les entiende cuando hablan, con vocabulario reducido, dificultad para establecer relaciones sociales y comprender los estados emocionales y además chicos incapaces de comprender todo lo que no sea literal y/o esté contextualizado como las ironías, el doble sentido, metáforas y chistes, entre otras tantas alteraciones lingüísticas que pueden tener consecuencias sobre la conducta, la socialización y el aprendizaje del menor si no se detectan precozmente e interviene un especialista en la materia para disminuir sus efectos negativos.
Esta situación (de aislamiento social) es complicada para todos, y para los niños con dificultades de comunicación es peor, porque tienen menos posibilidades de vinculación con otros y porque seguramente estarán muchas más horas expuestos a pantallas, con lo cual los cuadros se agravan».
Verónica Maggio.
Por esta razón Verónica Maggio decide escribir una completa guía “en un formato accesible para que tanto los profesionales de la Fonoaudiología como los de las profesiones afines y los padres puedan acceder a la información sobre [cuáles son] las dificultades de comunicación en la infancia y contar con herramientas para ayudar a los niños que lo padecen”, sostiene.
Con esclarecedoras notas al pie, gráficos, anécdotas y testimonios de niños y padres, la doctora demuestra que esta realidad de los chicos con dificultades en la comunicación y lenguaje es fácilmente comprobable en las escuelas y los hogares, más aún en este tiempo de aislamiento obligatorio, ya que según su punto de vista “esta situación es complicada para todos, y para los niños con dificultades de comunicación es peor, porque tienen menos posibilidades de vinculación con otros y porque seguramente estarán muchas más horas expuestos a pantallas, con lo cual los cuadros se agravan. [Incluso] hay nenes que están mostrando algunas regresiones [se altera la trayectoria y pierden pautas que ya se habían alcanzado], eso lo manifiestan algunos papás, no lo he visto personalmente, pero sí me consultan manifestando esta situación”.
La OMS ya ha destacado el efecto nocivo de las pantallas en los niños pequeños y es conocida la prohibición a la exposición a ellas en los primeros años de vida, ya que limitan la experiencia y les impiden vincularse con pares”.
Verónica Maggio.
A pesar de que la medida del aislamiento obligatorio cerró muchos consultorios, Verónica Maggio y su equipo siguen atendiendo consultas mediante aplicaciones de videollamada como Zoom, lo cual no es una tarea sencilla porque el tratamiento consiste en la estimulación interpersonal, que es irremplazable, y los más chicos muchas veces no cuentan con el nivel mínimo de disposición para estar frente a la máquina. Sin embargo, la especialista destaca que “esta forma de trabajo es positiva como recurso para ayudar a las familias” y les acerca a los papás las siguientes recomendaciones para que puedan estimular a sus hijos en sus casas durante esta cuarentena: no permitir el uso de teléfonos o tablets a niños menores de 2 años (está prohibido por la OMS) y en niños de entre 2 y 5 años limitar el uso de estos dispositivos a 1 hora una vez por semana; hablar mirándolos a la cara, y poniéndose a su altura; hablar lentamente acentuando especialmente las palabras más importantes; usar frases cortas; usar gestos y señalamientos acompañando las palabras, estos colaboran a mejorar la comprensión y la evocación; facilitar el uso de palabras que sirvan para comunicarse, evitar la enseñanza repetitiva de números y colores cuando el niño aún no conoce palabras simples; narrar brevemente las rutinas anticipando lo que va a ocurrir próximamente, decir por ejemplo: “Ahora vamos a comer, después vamos a dormir”; entablar pequeños diálogos en donde el niño deba responder por sí o no, o con preguntas de alternativas, si es que aún no cuenta con demasiadas palabras (en lugar de preguntar “¿Qué hiciste hoy en el jardín?”, preguntar “¿Jugaste en la casita?” o “¿Jugaste con los bloques o con la casita?”);
repetir de manera correcta y lentamente las palabras que el niño produce de forma defectuosa, pero no obligarlo a que él lo haga; y leer libros de cuentos simples con imágenes en donde el niño pueda interactuar señalando y nombrando palabras.
Es importante destacar además que las acciones tendientes al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje de los niños no es solo una responsabilidad de los padres y los médicos, sino también de los docentes, ya que muchas de las problemáticas asociadas a los trastornos del lenguaje se manifiestan en la escuela y son los maestros quienes conforman la influencia y experiencias de comunicación. Según Verónica Maggio, la educación, aunque en este momento sea virtual, puede contribuir también al desarrollo del lenguaje en los niños implementando estrategias como “brindar agendas visuales para anticipar las actividades, es decir secuencias de dibujos que cuenten qué es lo que se va a hacer; dar consignas cortas, usando vocabulario simple; apoyar con dibujos todas las tareas; simplificar las consignas; y subdividir la información en pequeñas partes”.
Verónica Maggio es licenciada en Fonoaudiología por la Universidad del Salvador y doctora en Fonoaudiología por la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA). Integrante del servicio de Fonoaudiología del hospital Universitario Austral. Fue becaria de la Clínica del Lenguaje, dedicada a la docencia e investigación, en el hospital de pediatría Garrahan. Es profesora titular de la cátedra Neurolingüística en la carrera de Fonoaudiología y docente titular del doctorado de la misma carrera en la UMSA. Directora de la diplomatura en trastornos del lenguaje infantil desde la perspectiva neurolingüística en la Universidad Austral. Es coautora de cinco libros de la especialidad y autora de varios trabajos y artículos científicos.
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