Una escuela de Zapala tuvo que cerrar porque se le caen las ventanas
Así lo denunció el director. Hoy hacen un abrazo simbólico para pedir respuestas.
Tras la explosión en Aguada San Roque, la situación en las escuelas que tienen problemas de infraestructura se tornó más compleja. Los directivos no pueden cargar con el peso de mantener la presencialidad y que ocurra una nueva tragedia. Desde el IFD 13 de Zapala denuncian que se le caen las ventanas de forma sorpresiva por falta de mantenimiento, que tienen problemas de gas en algunos calefactores y que no reciben respuestas adecuadas. Supendieron las clases en todas las modalidades y hoy hacen un abrazo simbólico para reclamar soluciones concretas.
Hace algo más de un mes, explotó un calefactor en la escuela 144 de Aguada San Roque. Dos operarios y una maestra murieron producto de esa falla. Ese fue el puntapié trágico por el cual todas las escuelas empezaron a revisar los problemas con los que, muchas veces, se acostumbran a convivir por la falta de respuestas. Una semana después, explotó otro calefactor en una escuela de Cutral Co, aunque afortunadamente sin víctimas.
La semana pasada, un colegio técnico secundario de San Martín, que había tenido pérdidas de agua en la caldera lo que causó el derrumbe del cieloraso, denunció que se sintieron vibraciones extrañas y, por tanto, suspendieron las clases.
Esta semana, una escuela de El Huecú tuvo que clausurar 12 calefactores por fuga de gas. La directora aseguró a RÍO NEGRO que lo que los salvó de una nueva tragedia fue la ventilación cruzada que no permitió que se acumulara gas.
Ayer, en la escuela 342 de San Patricio del Chañar denunciaron que explotó una caldera, mientras la escuela se disponía a reiniciar la presencialidad. Desde el gobierno negaron que haya sido una explosión pero por prevención dejaron el equipo fuera de servicio.
Hoy el IFD 13 de Zapala realiza un abrazo simbólico a la escuela pidiendo respuestas a los problemas de infraestructura que obligaron a suspender las clases. Uno de sus directores, Nicolás Ayala, aseguró en diálogo con RÍO NEGRO que «es una escuela que tiene casi 50 años y que con el desgaste natural ha empezado a tener problemas, ya hace tiempo».
Explicó que además de las recurrentes filtraciones en los techos «hace un tiempito empezamos a tener problemas con ventanas, las ventanas son viejas, se descarrilan y se caen«, señaló.
«Hace dos semanas, mas o menos, se cayó una ventana y no pasó nada porque Dios existe, los chiquitos recién habían salido al recreo y se desprende la ventana, si esos niños hubiesen estado adentro ocurre una tragedia», contó el director de nivel medio de una escuela que tiene primaria, secundaria y terciaria.
Y aclaró: «lo que está pasando con las ventanas acá es grave. Esa ventana que se cayó no era una ventana que revestía peligro o que nos habíamos percartado que estaba en malas condiciones, se cayó directamente».
«Son muchas ventanas, lo que pasa es que lo que hace la gente de mantenimiento es ponerle un tornillo y ahí se nos presenta el dilema de ventilar ya que hay ventanas que no podes abrir porque están atornilladas. Lo que hay que hacer es cambiar las ventanas, el tema es que no nos dan ninguna certeza de cuando, el expediente está ahí, pero en el transcurso de eso nosotros decidimos como directivos para la pelota hasta que nos digan que ventanas están en condiciones y cuales no», confió Ayala sobre la decisión de suspender las clases. Y aseguró: «Después de lo de aguada san roque, como directivo abrís el ojo más de lo que tenías abierto».
También contó que tienen problemas con algunos calefactores y que desde mantenimiento les hicieron saber que era necesaria una prueba de hermeticidad que aún no se pudo realizar por falta de aprobación. «Ahora estamos esperando a que se dignen a aprobar la prueba de hermeticidad«, indicó el director.
Ayala reconoció que fue gente de mantenimiento a la institución pero aseguró que las respuestas concretas a los problema más grandes no llegan. «Han venido dos chicos de mantenimiento que los mandan a poner la cara, pero no nos dan una respuesta concreta. Los directivos hacemos los reclamos por el sistema, pero vienen a arreglar cosas menores, el tubo que se quemó, un timbre, pero esta escuela tiene problemas estructurales por el paso de tiempo y la inclemencia del tiempo», precisó.
«Nosotros decidimos suspender todas las actividades, incluso las virtuales, porque si trabajamos en la virtualidad es como que dicen por lo menos están trabajando en la virtualidad y nosotros lo que queremos es que los chicos vengan a la escuela, necesitamos la presencialidad, pero querés que vengan a la escuela y que sea segura», contó el director sobre la forma de protesta adoptada, además del abrazo simbólico de este martes.
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