Una cuestión de roce

Realidades y contextos diferentes son los que atraviesan Ángel Cappa y Claudio Borghi. Al mando de los dos clubes más importantes del país, los entrenadores se desviven porque sus equipos incorporen los conceptos lo antes posible, mientras se acerca el 8 de agosto, fecha para la vuelta al ruedo. El ex DT de Huracán sabe que la palabra “urgencia” es la que más se escucha en los pasillos riverplatenses. No se lo ve nervioso a Cappa, aunque seguramente no le gustó para nada la exhibición de su equipo en Salta, que apenas empató con Gimnasia de Jujuy por 1-1 (ver página 37). River arrancará el Apertura en la última colocación de la tabla de los promedios, un hecho inédito por donde se lo mire. Pero Ángel no desespera, es cauto y sí aguarda por la puesta a punto y la vuelta de Ariel Ortega. Fue claro a la hora de señalar que no saca conclusiones del choque ante el Lobo jujeño, aunque de sus palabras se pueden inferir varias cuestiones: que el equipo “está duro” por la pretemporada, que le “falta profundidad para atacar”, pero que a la vez “intentó tratar bien la pelota y comienza a defender una idea” futbolística. Al entrenador no le satisfizo la tarea de Matías Almeyda como segundo marcador central, pero dejó en claro que por rodaje y ‘roce’ internacional, tanto el Pelado como Ariel Ortega estarán en los momentos calientes. “Ortega aportará por experiencia y calidad, igual que Almeyda. Pero hay que dosificarlos, porque ya no tienen 20 años, para que estén en los momentos importantes. Ariel es uno de los jugadores más talentosos del fútbol argentino en los últimos 15 años”. El Bichi Borghi quedó conforme con el inicio de la gira por Oceanía, ya que Boca venció al Melbourne Victory por 1-0 (ver página 36). Igual, el técnico se mostró preocupado por la tendencia de sus jugadores a involucrarse en roces con los jugadores autralianos. “Esto sirve para la confianza, pero sólo son amistosos preparatorios”, indicó el ex DT campeón con Argentinos. A su vez, aceptó que del partido de ayer ante el elenco australiano algunas cosas le gustaron y otras no, y entre estas últimas señaló el juego áspero de sus jugadores y los rivales. “Me preocupó que entráramos tanto en el roce”, se molestó el Bichi.