Una contención para las mujeres violentadas

“Llegué al refugio muy mal, sin conocer que existía. Me mandaron a este lugar maravilloso y acá encontré la contención, seres humanos maravillosos, tanto los profesionales como las otras mujeres que nos encontramos acá”, dice una vecina, que desde hace casi un año conoció el refugio “Ángel sin Alas”, en Cutral Co.

A partir de ese momento, logró salir adelante y alienta a otras mujeres a “que vengan, que no sientan vergüenza”.

La tarea en el refugio se consolida, no sólo para adentro sino también puertas afuera.

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“Es un lugar donde los profesionales son muy humanos y me dan la contención que necesitaba tener”, describe ella.

“Les diría a las mujeres que sufren violencia de género que no teman acercarse, que no sientan vergüenza; acá nos ayudamos entre todas además de los profesionales”, describe.

“No es una sola la que se encuentra en esta situación; somos varias y no tienen que seguir tolerando violencia”, acota. Y de eso se trata, porque además del equipo técnico y de colaboradores, están sus pares.

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“Me supieron contener, y esto es un lugar lindo para los hijos también porque el mismo amor que te brindan a vos se lo dan a los chicos. Y eso es muy valioso”, manifestó.

La coordinadora del refugio, Susana Muñoz, indicó que en todo este año y medio de funcionamiento, incorporaron actividades como los talleres.

“El trabajo que se hace da sus frutos, porque las acompañamos en el proceso y hacemos que recuperen su autoestima, trabajamos sobre el empoderamiento, el valerse por sí mismas”, contó Susana.

Ese es el principal trabajo que realizan todos los integrantes del refugio que el municipio cutralquense habilitó después de varios años de insistencia.

El personal que se desempeña aquí se dedica a contener, en un primer momento, a la víctima que llega en la mayoría de los casos con los niños y luego la acompañan en todo el proceso que les queda por delante.

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En este edificio donde se le da refugio a las mujeres que son violentadas por sus parejas o exparejas cuentan con el equipo técnico -que incluye a las secretarias, la licenciada en Servicio Social y la psicóloga- para llevar adelante la tarea.

Desde su apertura hasta hoy se atendieron allí 40 casos, según comenta la coordinadora. Pero son muchas más las que llegan para pedir asesoramiento. Llaman, se acercan, consultan. Piden ayuda ante una situación que las afecta; necesitan encontrar una mano que las guíe para saber por dónde seguir.

Muñoz cuenta que si bien algunas llegan por sí solas, son más las que lo hacen a través de la policía que atiende en la comisaría de la Mujer, el Niño y la Familia y desde el ámbito judicial, con la oficina que recibe las denuncias y el hospital.

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“Es el trabajo en red que se hace. Llegan derivadas porque si las mujeres logran salir, dónde van a ir a vivir”, describe.

Estos dieciocho meses de funcionamiento, la coordinadora especifica que “han sido muy intensos. Pero creo que vamos bien porque pudimos dar respuesta y las chicas siguen viniendo”.

A fin de año implementaron talleres de cocina, navideño y de pintura. Y eso les sirvió para obtener algún dinero también. Hicieron una serie de charlas con las comisiones barriales para explciarles de qué se trata el refugio, cómo tienen que proceder ante una situación de violencia y de ese modo se pueda conocer la actividad.

Las personas que requieran la atención por sufrir violencia de género pueden comunicarse al 496 4284.

El personal se dedica a contener a la víctima que llega en la mayoría de los casos con niños y luego la acompañan en el proceso que queda por delante.

Si bien algunas llegan por sí solas, son más las que lo hacen a través de la policía que atiende en la comisaría de la Mujer, el Niño y la Familia.

La cátedra abrió a sala llena

“Esta cátedra en Comahue es sin dudas una articulación entre saberes, experiencias, militancia y también es una articulación de horizontes de porvenir que queremos transitar (…) nuestra aspiración es que esta cátedra libre sea más libre que cátedra”, expresó ayer la activista feminista y docente universitaria, Graciela Alonso. Ante más de 350 personas, la facultad de Ciencias Médicas inauguró ayer por la tarde, la cátedra “El aborto desde el abordaje de los derechos y la salud integral”.

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florencia salto