“Una carta a mis padres”
Quiero contarles cómo me va en la vida después de 35 años de haberte perdido, viejo, y de cuatro años a vos, vieja. Tengo 70 años recién cumplidos, vivo en Huergo, mantengo la familia que gracias a Dios conocieron, cumplimos cuarenta y cuatro años de casados y tengo dos nietos maravillosos. Me jubilé en el Poder Judicial luego de 33 años en el cargo, si le agrego los 20 años que trabajamos juntos en la gomería, sumo 53 años de trato y atención a la gente de esta localidad. El 14 de mayo Huergo cumplió 100 años. Estoy tan molesto, tan dolido, ignorado y ofendido, que no puedo creer que no haya sido convocado para participar en la organización ni tenido en cuenta durante los festejos como autoridad que fui durante tantos años. Hay muchas libretas de familia y documentos de identidad firmados por mí como jefe del Registro Civil, considerando una realidad y no es poca cosa. No les comento esto como preferido de los demás ni con orgullo desmedido, sí con orgullo de haber desarrollado durante tanto tiempo dos cargos, juez de Paz y oficial público. Les cuento que a Susi tampoco la incluyeron. Se jubiló como docente, teniendo 47 años de residencia en esta localidad (perdón, ciudad). Me hago miles de preguntas y hasta pienso: ¿qué ha pasado?, ¿no habré sabido incorporar en mí los consejos y sugerencias que me daban, pensando en ser buena persona, solidaria y cumplir con las reglas de convivencia? Agrego que he padecido tres intervenciones quirúrgicas delicadas, falleciste vos, vieja, falleció mi suegro y de los mandamases de turno no he recibido ni siquiera una llamada telefónica. ¿Qué pasó?, habré participado en política en algún partido opositor y yo ni enterado. Quizás alguno de los organizadores con buena voluntad se acordó y me dejaron en el buzón de mi casa después del 20 dos invitaciones para la cena de gala del 24; una burla y me da vergüenza ajena. Simplemente quería hacerles saber esto y de la hipocresía que más que nunca está instalada. Sinceramente esperaba un mimito en esta fiesta que se da una sola vez en la vida. ¿Les parece que a mis nietos les puedo decir lo que ustedes me decían? Me olvidaba de comentarles que el 14, con Susi, llevamos al cementerio un ramo de flores para todos los que allí se encuentran, rindiendo homenaje a los que con esfuerzo hicieron esta localidad. Dios los tenga en la gloria. Miguel Ángel Bello DNI 7.570.676 Huergo
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