Un regalo para el medio ambiente

Llega la época de las fiestas y, en consecuencia, el momento de elegir los regalos para nuestros seres queridos. Pero también hay un modo de consumir de manera responsable, generando menos residuos y cuidando nuestro planeta.

Regalar juguetes de madera, compartir experiencias y utilizar envoltorios de papel de diario o telas, son algunas de las ideas que especialistas en sustentabilidad destacaron para tener un festejo responsable con el ambiente en las próximas fiestas, que se caracterizan por “ser un momento donde se incentiva mucho más el consumo”.


¿Es posible festejar de manera amigable con el ambiente? ¿Son compatibles los regalos con el consumo responsable? Estas pueden ser preguntas habituales por estos días. Al respecto, el director general de la Fundación Vida Silvestre Argentina, Manuel Jaramillo, y las activistas socioambientales en redes Dafna Nudelman (@lalocadeltaper ) y Agustina Legasa (@blondaverde), aseguraron a Télam que es necesario buscar alternativas para adquirir productos sin tener impacto negativo en el planeta.

“Pensemos cómo podemos hacer para disfrutar en estas fiestas siendo responsables y que el consumo que tengamos esté a escala planetaria, que pueda ser recuperado y producido para el planeta”, dijo Jaramillo, quien es ingeniero forestal. Entre las opciones de menor impacto, remarcó elegir regalos que estén hechos de materiales reciclados o en el caso del papel y la madera, certificados con etiquetas FSC, que garantiza que provienen de bosques gestionados de manera responsable.

“Un juguete de madera es siempre menos impactante que un juguete de plástico producido a través de combustibles fósiles”, apuntó, y subrayó que hay plásticos que duran hasta 500 años. Por eso, indicó que “hay que revisar qué compramos y para qué lo compramos” y advirtió que lo mejor es que “sean regalos que se puedan reparar, que tengan un tiempo de vida mayor para que realmente esos recursos que se tomaron del planeta justifiquen su fin”.

Otras ideas son jugar a la amiga o amigo invisible para evitar regalos en exceso, restaurar muebles, regalar experiencias que permiten reducir la demanda de recursos físicos, o apoyar iniciativas de ONGs, como la campaña “Doná un árbol nativo” de Vida Silvestre, que se realiza todos los años y ya acumula 120.000 plantines de 40 especies en la selva misionera.

Es importante pensar en regalos con materiales como la madera, que además de generar un impacto más leve, tienen una duración mayor.


Para la activista Dafna Nudelman, creadora de la cuenta @lalocadeltaper -a la que siguen más de 80 mil usuarios en Instagram-, “las fiestas son un momento donde se incentiva mucho más el consumo”, por lo que “es muy importante mesurarnos y tratar de poner una mirada más ambiental y social”. Nudelman promueve en las redes el lema “consumir menos y mejor” y explicó a Télam que “año tras año hay más conciencia, pero todavía no es algo del todo masivo”.

En Argentina el promedio de generación diaria de residuos por persona es de 1,15 kilos, lo que representa unas 49.300 toneladas por día, y alrededor de 18 millones de toneladas anuales, cifras que exhiben “uno de los problemas de gestión más acuciantes por falta de medios técnicos y financieros”, según el Informe del estado del ambiente de 2020 elaborado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.

Agustina Legasa, otra concientizadora socioambiental en redes (a través de su cuenta @blondaverde), subrayó a Télam la importancia de “repensar la forma en la que festejamos para celebrar sin ensuciar ni contaminar”. “El mejor residuo es el que no se genera”, aseguró la joven economista, que pidió reducir los envoltorios de regalos para estas fiestas.

Legasa indicó que “los papeles plásticos metalizados no se reciclan, terminan siendo basura porque duran dos minutos en la mano de quien recibe el regalo y no vale la pena”. En ese sentido, dio consejos para envoltorios más sostenibles: “podemos usar papel de diario, de revistas, o reutilizar telas que queda lindo”.


En la misma línea, Jaramillo consideró que “a veces asociamos la suntuosidad o el cariño que transmite un regalo en un packaging más brilloso. Eso también es importante modificarlo”.

“El regalo tiene que transmitir lo que sentimos por la persona a la cual se lo damos y eso no necesariamente tiene que estar vinculado a más color que generalmente son materiales de mayor impacto ambiental”, agregó y planteó: “Cuánto más interesante puede ser un papel kraft (madera) sencillo con una buena dedicatoria o un dibujito”.


Algunos ejemplos de “triple impacto”



Los activistas consultados recomendaron elegir emprendimientos locales de “triple impacto”, es decir, aquellos que generan un efecto positivo desde lo ambiental, económico y social.

Por ejemplo, el proyecto Liviano, fundado por Mariana Meller, fabrica juguetes sustentables como barriletes, pelotas y muñecos con tela de papel y papel lavable, que son reutilizables y reciclables.

Algo similar plantea Silvina López, diseñadora industrial y dueña de la juguetería Alarte ubicada en el barrio porteño de Núñez, que no comercializa productos de plástico y trabaja con proveedores que usan materiales amigables con el ambiente.

Otra propuesta sustentable son los productos elaborados a partir de sachets de leche y paquetes de snacks que fabrican en la Asociación Laboral para adultos con discapacidad intelectual (Alpad).

Por Milagros Alonso.-


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