Un niño de 4 años murió por inhalación de monóxido de carbono
Al llegar a la vivienda, el padre encontró al niño y a su mamá desmayados. Las hornallas y el horno estaban encendidos.
La tragedia ocurrió anoche en el barrio Nahuel Hue. Foto: archivo
Un niño de 4 años murió al inhalar monóxido de carbono anoche en su casa del barrio Nahuel Hue. Su madre también debió ser asistida por los bomberos del cuartel 2 de Abril.
Prohíben el uso de “cabinas sanitizantes”
El hecho ocurrió anoche pasadas las 20 cuando un hombre vio, al llegar a su casa, que su pareja y su pequeño hijo estaban desmayados. Detectó que tanto las hornallas como el horno estaban encendidos.
De inmediato, pidió asistencia al 911 y a los pocos minutos, un móvil de la Comisaría 42 y un móvil de bomberos llegaba a la casa ubicada en la calle Paso de los Vuriloches y Malvina Soledad, en el barrio Nahuel Hue.
Las maniobras de reanimación cardiopulmonar funcionaron para la mujer pero no para el pequeño. Ambos fueron trasladados a la guardia del hospital Ramón Carrillo y a los pocos minutos, el personal de salud informó sobre la muerte del niño.
«Le hicieron RCP todo tiempo, incluido el traslado al hospital«, contaron los bomberos.
La familia afectada llegó de Bolivia tiempo atrás.
Esta mañana retiraron el medidor de gas de esta vivienda y los fiscales Betiana Cendón y Marcos Sosa Lukman recorrieron el lugar. «Vamos a verificar las condiciones de la vivienda para ver de dónde proviene la pérdida. Vamos a recabar testimonios y hablar con gasistas matriculados porque no sabemos cual es la situación de las otras viviendas», planteó Cendón a radio Seis.
La Sociedad Argentina de Pediatría define al monóxido de carbono como “el asesino silencioso por tratarse de un gas incoloro e inodoro». «La intoxicación con monóxido de carbono en forma masiva pone a prueba, año tras año, en las épocas de frío, los sistemas de salud».
Recalcan que cada año, mueren, en Argentina, aproximadamente, 200 personas como consecuencia de estas intoxicaciones y «se estima que ocurren 40.000 casos clínicos, de los que la mayoría son prevenibles y evitables».
Gran parte de los casos están relacionados con «el mal uso de braseros o el deficiente funcionamiento de artefactos de gas, ubicados en ambientes no adecuados o mal ventilados».
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