Un mundo más peligroso
El asesinato del general más poderoso de Irán por parte de Estados Unidos convirtió al mundo en un lugar más inestable y peligroso para nuestro país, no solo por la amenaza de una guerra que podría desestabilizar a todo Medio Oriente y las turbulencias económicas globales, sino porque obligará al presidente Alberto Fernández a mantener un delicado equilibrio diplomático entre las dos potencias enfrentadas, una global y otra regional, ambas de compleja relación con nuestro país.
La crisis obligará al presidente Alberto Fernández a mantener un delicado equilibrio diplomático entre las dos potencias enfrentadas, Irán y EE.UU., ambas de compleja relación con nuestro país.
Qasem Soleimani, virtual número dos en la teocracia iraní, estaba en la mira estadounidense hace tiempo, pero no están claras las razones por las cuales el presidente Donald Trump decidió su eliminación en este momento. Soleimani era jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria Iraní y combinaba poderes militares, diplomáticos y de inteligencia para organizar las intervenciones de su país en Medio Oriente. Su poder abarcaba desde el Hezbollah en el Líbano hasta grupos irregulares en Siria, Irak, Yemen y Afganistán. Directa o indirectamente intervino decisivamente en las guerras y conflictos de las últimas décadas.
Trump dijo que el general abatido estaba “planeando matar” a muchos estadounidenses y era responsable de asesinar o herir a “miles” de sus compatriotas. Sin embargo, no dio pruebas de ninguna amenaza concreta e inminente para justificar la operación, de un impacto superior a la ejecución de Osama bin Laden en 2011. Algunos apuntaron a la situación política interna de Trump, que enfrenta un juicio político en un año donde se juega la reelección.
Como era de esperarse, el gobierno iraní prometió “una dura venganza”, “en el lugar y momento oportunos”, mientras en el mundo crecen la alarma y preocupación por la brusca escalada en el enfrentamiento que mantienen Teherán y Washington desde los 80 y tuvo varios episodios desde que Trump retirara a su país del acuerdo nuclear del 2015 y estableciera duras sanciones a Teherán. Los analistas esperan desde represalias limitadas como atentados contra objetivos estadounidenses, acciones en el golfo de Ormuz contra la industria petrolera o ciberataques, a una guerra abierta en varios frentes de la región, comenzando por Irak.
La preocupación sobre un posible efecto dominó de esta escalada se vio reflejada en una fuerte suba del petróleo, baja en las bolsas y suba de activos de refugio como el oro.
Argentina no resultará ajena a las turbulencias, en momentos en que nuestro país busca salir de la crisis económica y renegociar su deuda externa con el FMI y acreedores privados. En primer lugar, la incertidumbre afectará a todos los mercados emergentes ante la aversión al riesgo de los inversores, especialmente ante situaciones de fragilidad como la de Argentina. Por otra parte, la suba de los precios internacionales del petróleo podrían tensionar el regulado mercado nacional. La volatilidad puede complicar la relación con las petroleras, inversiones en Vaca Muerta y los objetivos de controlar la inflación.
Finalmente, el presidente Fernández deberá hacer equilibrio entre sectores internos de su gobierno, que ya le exigen posicionarse en contra del ataque en Irán, y la necesidad de mantener una buena relación con Trump, que exige un alineamiento con su política exterior para respaldar los pedidos argentinos ante los organismos de crédito.
Además, nuestro país mantiene abierto un diferendo con Irán por los dos atentados no esclarecidos en nuestro territorio, contra la Embajada de Israel en 1992 y contra la AMIA en 1994, atribuidos a Hezbollah, ligado a Soleimani. El debate sobre la dudosa muerte del fiscal Alberto Nisman, encargado de investigar el segundo ataque y crítico del memorándum con Teherán, reinstaló el tema en la agenda política.
Como se ve, el mundo se volvió más incierto y peligroso y obligará a la nueva administración a un complejo juego de prudencia y profesionalidad diplomática para esquivar presiones cruzadas y evitar los impactos negativos de este nuevo escenario internacional.
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