Un filósofo gruñón
Por Héctor Ciapuscio
Arturo Schopenhauer, aquel filósofo alemán campeón del pesimismo a quien le gustaba irritar a todos escribió, al lado de obras clásicas (la mayor, y ciertamente grande fue "El Mundo como voluntad y representación"), una cantidad de aforismos sobre la vida corriente que han divertido a generaciones de lectores. Sus encontronazos con la vida (con Hegel, con su madre viuda y coqueta, con el éxito en la universidad) le dejaron ideas definidas, siempre amargas, tanto sobre pueblos como sobre sus semejantes, mujeres u hombres. Leyéndolas, uno quizá se alivia de los males presentes y relativiza actuales pendencias con nuestra propia gente y nuestro bendito país. Como dice el principio homeopático, "similia similibus curantur"(lo semejante se cura con lo semejante).
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