Un duro baño de realidad

El seleccionado argentino masculino de handbol, los ya conocidos Gladiadores, no pudo ayer por la tarde ante el poderío francés y perdió 33-20 en los octavos de final del Mundial de Qatar, aunque igualó su mejor posición en una Copa del Mundo. Los dirigidos por Eduardo Gallardo se despidieron de la cita ecuménica alcanzando la duodécima posición, tal como lo hicieron en el Mundial de Suecia 2011. También cumplieron con el objetivo de pasar a la segunda ronda de un torneo ecuménico, algo que sólo se había logrado, hasta el sábado pasado, en dos oportunidades. En los cuartos de final Francia, que tuvo a Valentin Porte con 6 goles como figura, se enfrentará ante Eslovenia, que dejó en el camino a Macedonia. El equipo argentino buscó acceder por primera vez en la historia a los cuartos de final, pero un primer tiempo casi perfecto de su rival impidió la hazaña. Tras los primeros 30 minutos el equipo galo se fue al descanso con diez goles de ventaja (16-6), luego de una buena producción en ataque y una gran tarea de su arquero Thierry Omeyer, quien tuvo nueve tapadas y le ahogó varias veces el festejo a los albicelestes. En ese primer tiempo, el equipo europeo tuvo en Valentin Porte, Jerome Fernandez y Guillaume Joli a sus goleadores, con tres goles cada uno, mientras que Michael Guigöu terminó la etapa con dos conquistas. Argentina sufrió problemas en defensa con las filtraciones francesas y a la hora de atacar chocó contra un muro, ya que la defensa de los bicampeones olímpicos se plantó fuerte y cuando era filtrada apareció la figura de Omeyer para desbaratar cualquier intento, más allá de los tres goles de Pizarro. Si Los Gladiadores se podían aferrar a la ilusión de acercarse en el marcador tras el descanso, Francia se encargó de dar por tierra con esa idea. Con un arranque demoledor del segundo tiempo, los tres veces campeones mundiales se encargaron de ampliar la ventaja a los dos dígitos y con variedad de ataque dilapidaron las esperanzas argentinas. Porte se anotó con tres goles más en el inicio de la etapa, mientras que Sorhaindo se anotó con un par más para sacar la máxima ventaja de 15 goles, con el contundente 31-16. Poco más pudo hacer el recambio argentino ante el poderío que Francia también demostró en su banco de suplentes, aunque terminaron redondeando una digna actuación. El seleccionado albiceleste se despide del Mundial con dos victorias, frente a Arabia Saudita y Rusia, un empate ante el subcampeón mundial Dinamarca, y tres caídas ante Polonia, Alemania y Francia. Para el equipo de Eduardo Gallardo fue un duro baño de realidad, aunque el balance es positivo y tomará valor a futuro. En su décima participación en mundiales, la Argentina logró alcanzar por tercera vez la segunda rueda e igualó la mejor posición histórica. Además, protagonizó buenos partidos contra grandes equipos.

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Gentileza

Una imagen simbólica: los jugadores galos maniatando a uno de los nuestros.