Un distinto al volante

Walter Suriani se ganó un lugar en el Rally Argentino en una época de oro, donde lograr una victoria era una misión complicada y un título mucho más. Consiguió las dos cosas y con un valor agregado, porque peleó mano a mano con el mismísimo Gabriel Raies. Dejó su marca en la Vuelta de la Manzana.

El popular Chirola dejó hace tiempo la actividad, aunque nunca dejará el rally porque escribió varios capítulos de su historia y ahora sigue ligado por su hijo Martín, quien está dando los primeros pasos.

Rápido en un auto y verborrágico abajo, Suriani se dio el lujo de hasta ser piloto oficial Renault y de integrar también el equipo Menem Competición.

Es palabra autorizada para hablar de la Vuelta de la Manzana y hasta del momento que atraviesa del Rally Argentino, donde logró tres títulos, nada menos y fue uno de los pocos que se dio el gusto de ganarle definiciones memorables a Raies.

P- ¿Contanos cómo fue tu primera Vuelta de la Manzana?

R- Fue en el año 90 con un VW Gacel, que me armaba un amigo, el Lagarto Vera en Regina.

P- ¿Ganar la Manzana fue muy importante en tu campaña?

R- Lo que me costó ganar esta prueba, pero fue espectacular. Fue en 1996 con el equipo Renault y con el Clio. Una prueba muy recordada.

P- ¿Fue la del vuelco, que después motivó el aviso de publicidad?

R- Tal cual. Volcamos dos veces el mismo día y de ahí salió la publicidad de Renault de “el Clio se la banca”, increíble. Otras épocas. Un recuerdo imborrable. De lo mejor de mi campaña

P- ¿Qué auto el Clio, cuántas satisfacciones les dio?

R- La historia de los Clio fue muy fuerte para mí, realmente la disfrute mucho. Me dio dos títulos argentinos y varias victorias por todo el país, realmente todas las pruebas eran a muerte, de punta a punta con Gabriel (por Raies). De los tres certámenes le pude ganar dos, pero reconozco que para superarlo había que acelerar mucho y más también.

P- ¿Hablanos de los navegantes?

R- Estuve con varios, pero mi navegante fue el Payo (Juan A. Carbonari). Fue el que me enseñó todo, un grande. Lo veo arriba de un auto todavía y no lo puedo creer. Tampoco me puedo olvidar de (Raúl) Rosso que con el gané mi primer título argentino.

P- ¿Después cambiaste de auto?

R- Dejé el Clio y me subí a un auto espectacular y que todos recuerdan, la cupé Mégane. Era de otro planeta. Por último, el Subaru que me dio mi última Manzana. Luego me sumé en Chile al Rally Mobil y salí campeón.

P- ¿Fue difícil dejar la actividad?

R- Estar abajo del auto después de tantos años no es fácil. Tengo la suerte que a Martín le gustan los fierros como a mí y pasamos varios años juntos con el karting. Eso me ayudó y ahora estamos con el rally.

P- ¿Qué podes comentar de Martín?

R- Anda bien, muy profesional. Es mucho más pensante que yo y va muy rápido. Yo nunca pude salir campeón en el Karting Fórmula Reginense y lo logró. También lo hizo en los cajeros F11. En el rally está avanzando muy rápido. El certamen en Chile no es fácil por el tipo de camino, muy trabados y con muchos precipicios. Ya está peleando la punta, en cualquier momento da un batacazo.

P- ¿Le pesa el apellido, juega a favor o en contra?

R- No creo que le cueste lo del apellido porque no le da bolilla, no se engancha con eso, pero no debe ser fácil.

P- ¿Qué opinión tenés dl Rally Argentino?

R- Está bien, con muchos autos. Me gustaría una categoría con reglamento FIA, pero no me voy a meter por ahora en este tema , no es fácil importar elementos.

Walter hoy se dedica a sus emprendimientos personales y aporta experiencia en el equipo chileno que tiene a su hijo Martín como piloto. Estará en la Vuelta.