Un día de internación en terapia intensiva cuesta 125.000 pesos
La atención de un paciente con Covid en una unidad de este tipo representa un presupuesto diario millonario para cualquier hospital.
La atención de cada paciente con asistencia respiratoria mecánica cuesta alrededor de 125.200 pesos por día. El hospital Ramón Carrillo de Bariloche atiende a 25 pacientes “ventilados” en este momento, lo que representa un costo de 3.130.000 pesos diarios.
Si se calcula que cada paciente en esas condiciones permanece internado un promedio de 20 días, el costo total asciende a los 2.504.000 pesos por persona. Y si se contemplan los 25 internados en terapia intensiva en este momento, el valor asciende a 62.600.000 pesos.
Pero no es solo un número. Ni el costo de lo que representa cada paciente crítico. Detrás de cada número, hay una historia y una familia que espera y sufre.
“Señora de 47 años. Niño de 8 esperando en una sillita en la esquina de una guardia atestada, papá internado. Niño se despidió, lloró y se fue con vecina. Hoy ella ya no está y el papá sigue en coma. Yo las únicas infancias rotas que estoy viendo son estas”, tuiteó una médica infectóloga del hospital de Bariloche en las últimas horas.
Desde hace semanas, la ocupación de camas de terapia intensiva en la ciudad cordillerana oscila entre el 98 y el 100%. Según el reporte del Ministerio de Salud de Río Negro del último martes, solo queda una cama disponible en Bariloche.
“Tenemos 25 pacientes con asistencia respiratoria ya no solo en la terapia sino en salas comunes. Llevamos el respirador a donde está el paciente. A donde sea. La terapia se expandió”, explicó Germán Santamaría, jefe de Terapia Intensiva del hospital Ramón Carrillo. El costo de la medicación para una persona intubada alcanza los 67.200 pesos por día; 27.500 pesos cuesta la alimentación y 30.500 pesos, los descartables necesarios. Estos tres ítems totalizan 125.200 pesos por paciente a diario.
“Este tipo de pacientes requieren sedoanalgesia (sedación y analgesia). Son dos medicamentos distintos que se juntan para lograr ese efecto. Los pacientes deben estar dormidos y sin dolor; si no, no toleran la situación. Es una anestesia continua”, especificó Santamaría.
Advirtió que últimamente, se usan un mínimo de 15 a un máximo de 40 ampollas por día para cada paciente a fin de mantenerlos anestesiados. Ese número multiplicado por los 25 pacientes con respirador arroja el consumo de cientos de ampollas por día para el hospital de Bariloche.
“El consumo a nivel nacional es altísimo. Por eso, las ampollas ya aumentaron un 150% desde el inicio de la pandemia. Hay mucha especulación. Y aún más: a precio dólar”, señaló Santamaría.
Aclaró que los catéteres para pasar la medicación también son importados ya que son “especiales para un acceso venoso central que va en el cuello, por ejemplo, y llega directo al corazón”. En este caso, se requiere uno por paciente cada 10 días.
A los pacientes críticos también se les brinda relajantes musculares “para que la fuerza la realice el respirador”.
Respecto de la alimentación, una persona intubada se alimenta con una leche especial con carbohidratos, proteínas y grasas. Se calcula entre un litro y medio y 2 litros por paciente a quien se le administra en forma continua por sonda.
La nutricionista Ana Lais de Nápoli detalló que esta alimentación “generalmente es nasogástrica. Se pasan estos preparados al paciente que cubren sus requerimientos completos. Las fórmulas vienen líquidas ya preparadas para mayor seguridad microbiológica”.
Dijo también que hay diferentes fórmulas, según lo que el paciente requiera ya sea de “más fácil absorción, con más o menos proteínas o para diabéticos, entre otros”.
Otros de los altos costos corresponden a los descartables. Se emplea un promedio de 5 camisolines por paciente por día, guantes descartables y jeringas (unas 50 por paciente por día).
Los costos por la internación en la Unidad de Cuidados Intermedios bajan notablemente ya que solo se requiere corticoides, heparina (un anticoagulante inyectable) e incluso, paracetamol. “En terapia -aclaró Santamaría-, todo es endovenoso; nada en pastilla”.
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