Un clásico electoral: votar con el perro
Los perros suelen ser personajes estables en las escuelas y van de un lado para otro buscando una caricia o algo de comer. En las jornadas electorales también suelen ser protagonistas de las notas de color, a la hora de acompañar sus dueños a votar.
Pero otros sólo van acompañando a sus dueños, vayan donde vayan. En este caso el pequeño «Santino» quiso acompañar a Don Valentín, un hombre de 56 años, que vive en el casco céntrico de Roca, para asegurarse que emita bien su voto.
«Este no me deja nunca. Se llama Santino, pero yo le digo «el chueco». Ya votamos y ahora nos vamos a preparar la comida«, comenta el hombre, mientras su perro le ladra a todo aquel se le acerca.
Minuto a minuto: así se votó en Río Negro
El perro, que tiene como apodo «el chueco», subió las escaleras hasta el primer piso de la escuela 32, esperó pacientemente en la cola, hasta que su dueño votó, y luego bajaron juntos las escaleras.
No podía faltar el famoso perro de Stefenelli
El perro Roco fue la atracción en el ingreso a la escuela 38 de stefenelli. Algunos creen que en las paredes ve cosas que los humanos no podemos ver. Otros dicen que sólo le llama la atención los reflejos.
Lo cierto es que Roco puede estar varias horas mirando una pared y ladrando vaya a saber a quien. La mayoría de los votantes dio sus explicaciones del fenómeno, otro sólo se limitaron a acariciarlo y compadecerse del buen Roco.
Comentarios